
Todo nos llega tarde… ¡hasta la muerte!
Nunca se satisface ni alcanza
la dulce posesión de una esperanza
cuando el deseo acósanos más fuerte.
Todo puede llegar: pero se advierte
que todo llega tarde: la bonanza,
después de la tragedia: la alabanza
cuando ya está la inspiración inerte.
La justicia nos muestra su balanza
cuando su siglos en la Historia vierte
el Tiempo mudo que en el orbe avanza;
Y la gloria, esa ninfa de la suerte,
solo en las sepulturas danza.
Todo nos llega tarde… ¡hasta la muerte!
Julio Flórez Roa; Chiquinquirá, 1867 – Usiacurí, 1923. Poeta colombiano, el más popular de los de su tiempo, romántico y becqueriano tardío. De naturaleza enfermiza y de temperamento bohemio y aventurero, frecuentó en Bogotá la Gruta Simbólica, cenáculo bohemio de artistas múltiples. Pasó algún tiempo en Caracas, fue declarado «ciudadano de honor» en México y estuvo en Madrid como agregado a la Legación de Colombia en España. Publicó nueve títulos, dos de ellos en España: Fronda lírica (Madrid, 1908) y Gotas de ajenjo (Barcelona, 1909). Fue coronado poeta nacional poco antes de morir, en su retiro de Usiacurí.