
Nunca sabré quién eres.
Nunca sabré quién eres
ni lo que pesa exactamente tu piel entre mis manos,
ni me vengaré de este mundo en nombre de los que pudimos ser.
Nunca sabré quién eres
ni dislocaré mi futuro para que encajes en él
ni te pediré cuentas con el contrato de la bondad presupuestada
ni me buscarás con el perdón entre las manos.
Nunca sabré cómo te llamas
ni el color en el que lloras
ni los jueces que te apuntan con tu dedo
ni si tu corazón venía ya roto de serie.
Nunca sabré quién eres.
No sabré si llevas dentro un niño muerto de frío,
ni si, como yo, llegaste tarde a 1980,
ni si te cansará el dios de la apariencia
o los consejos superventas que te brinden.
La noche no nos sacará juntos a bailar al centro de la pista
y yo no sabré de qué color son tus ojos de Loius Vuitton,
ni si eras verdadera como el latido de un niño,
ni si a tu lado se hubieran detenido las agujas del cansancio.
Nunca sabré quién eres
ni si te arrepientes cuando la razón desobedece.
No sabré si para ti las estrellas son las huellas de un tiroteo
o peces de luz que reposan en el mar de la noche.
No lo sabré, al igual que tampoco sabrás
si detrás de un poema se encuentra un hombre dolorido,
una mentira
o un corazón roto de serie.
No sabré lo que piensas,
ni si la tristeza se pronuncia igual en todos los idiomas.
Porque las personas también nos definimos por las cosas que no damos,
sabré de ti eso, el regalo que no abriste,
la aduana en la que te olvidaste recogerme.
No sabrás que contigo
el problema lo tenía conmigo.
No lo sabrás.
No sabrás casi nada,
ni tampoco que el verano que no viví contigo,
fue, realmente,
el único verano de mi vida.
Marwan nace en Madrid el 5 de marzo de 1979, fruto del amor de un palestino y una española. Hasta el momento, Marwan ha cosechado éxitos insospechados en las salas de toda España y medio mundo. ¿Qué tiene la música de autor, y más concretamente Marwan, para llenar salas de cualquier ciudad sin recurrir al marketing, la publicidad y las grandes discográficas? Sin llegar a desvelar del todo el misterio de esta magia, el cantautor aventura una hipótesis: «Cuando la gente se identifica con lo que cantas, lo personal pasa a la dimensión de lo universal». Todo es boca a boca y un poquito de ayuda de las herramientas de Internet.