Caminas casi ceniza

Caminas por la calle sin saber quién eres,
en la niebla de la noche se diluye tu nombre,
acaso un paso más fije un camino,
acaso un paso menos te regrese a la nada,
tropiezas con tus dudas que te rompen la sien,
y nadie se inclina a mirarte a los ojos,
no recuerdas cuando fue tu última tregua,
tu último respiro,
te levantas la solapa del ánimo
y te refugias en unos pocos argumentos
que se hacen residuos en la punta de tus labios.

Comienzan a llover sobre ti cristales de fuego,
declinas guarecerte en algún rincón protegido,
a salvo, además, de las horas con las que el tiempo corroe tu suerte,

agarrado a tu última tabla de salvamento.
El óxido que gotea en alguna parte de tu alma,
no deja tu mente tranquila
y la huida no cesa.

Un día, el más ceniciento de los dedos
se alzará para señalarte
y de ti sólo quedarán las telarañas del desprecio.

Así que ahora no camines con prisa,
vuelve tu mirada al terco presente
y dilucida si en algún momento de esta carrera,
una única vez, quisiste besar a la luna.


Juan Pedro Fernández Blanco (Madrid, 1979, Ávila 2023) poeta y escritor, licenciado en Publicidad y RR.PP. por la Universidad Complutense de Madrid. Fue Primer Premio de Poesía Corta del Ayuntamiento de Ávila en las ediciones de 2011, 2012, y 2013, y finalista en 2006 y 2014.

A todo lo permanente

Al sueño profundo en esta noche en vela,
a las esperanzas diluidas en la ácida realidad,
a las profecías azarosamente reveladas,
a aquella decisión tuya que me mantuvo indefinidamente esperanzado,
a la ingenua felicidad de mi adolescencia,
a las mañanas olvidadas en el segundero del reloj de cuerda,
a tu mirada inocente, la que todavía no conoce,
a la virginidad ansiosamente manchada y esclarecedora,
al adiós de la estación, a los que le siguieron,
al abrazo frío y distante de mi abuelo,
a mi sangre que navega confiada por las arterias de algún hemofílico,

a mi desconocimiento del perseverante odio,
a la verdad que hoy es mentira,
a la bola del péndulo que instantáneamente retrató tu sonrisa de niña,

a mis lágrimas proscritas,
a las calles desconocidas por las que hoy paseo con odiosa persistencia,

a los amigos que perdí,
a nuestro silencio, donde escondimos por poco, nuestros rencores,

al inicio aquella película de cruel desenlace,
a la gravilla del reloj de arena a quien nadie se presta a dar la vuelta,

al ayer y al hoy de hace dos minutos,
y a ti, lector, para el que mañana seré olvido;
a todo lo que existe y fue,
al presente mutable, a la inestable identidad,
a lo condenado a la deriva cíclica del tiempo,
a la efímera imagen de la realidad, a lo que no permanece.

*

Juan Pedro Fernández Blanco (Madrid, 1979, Ávila 2023) poeta y escritor, licenciado en Publicidad y RR.PP. por la Universidad Complutense de Madrid. Fue Primer Premio de Poesía Corta del Ayuntamiento de Ávila en las ediciones de 2011, 2012, y 2013, y finalista en 2006 y 2014.

Donde guarecerme

Necesito un rincón donde guarecerme
retirarme herido,
limpiar las cicatrices,
tomar una postura pueril,
fetal
un espacio donde verter mis lágrimas cansadas
clamar porque todo es imposible
porque nada nunca llega
que ya basta
necesito unas manos
unos brazos
el cuenco de tu pecho
que me recoja y acaricie
necesito tu mirada
nunca extranjera
siempre cercana
voluntaria paramos construir
un campamento de bienvenida
amo tus labios abiertos
para absorber mi alma
desciendo a tu cuello
tus senos, tu vientre,
allí me acomodo,
me adueño,
me reconozco,
me quedo,
allí y nada más
y tú y nada menos
ese lugar que me desnuda
que desvela mi alma
que me concreta,
pasa el tiempo
y en ti no muere nada,
quisiera quedarme aquí la vida

Juan Pedro Fernández Blanco (Madrid, 1979, Ávila 2023) poeta y escritor, licenciado en Publicidad y RR.PP. por la Universidad Complutense de Madrid. Fue Primer Premio de Poesía Corta del Ayuntamiento de Ávila en las ediciones de 2011, 2012, y 2013, y finalista en 2006 y 2014.

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