Mis dedos en tu cintura

vicente romero redondooo
Obra de Vicente Romero redondo

Se entretuvieron mis dedos en tu cintura
mientras sembraba de besos tu piel desnuda.
Y me sentí poseyendo la gloria misma,
al pasar por el coto privado de tu marisma.
¡Y te llené de mi!! Encadené tu cuerpo al mío
y fui bebiendo sorbo a sorbo la exquisita madurez
de tu belleza. Quise quererte y te quise;
quise tenerte y te tuve, pero después de una noche
y otra noche donde anduve como un niño de tu mano,
quise olvidarte y no pude.
Loco, insensato, aventurero…que más da,
¡¡si tengo entre mis brazos lo que quiero
y lo que quiero eres tú!!

© Diego Bardallo Méndez, poeta nacido en Trigueros, Huelva, en 1950

Sobre “Lección de vértigo”

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Así pase la noche con mi copa, así con mi canto hasta que
el día desparrame sus rayos en mis vinos.
Propercio

No sé si esta claridad es don
o laurel tras la estrecha senda hollada sin manto ni adormidera.
El condicional se conjugaba mientras duraba el engaño,
o la esperanza.
Permanece aún en la proa el ángel del sueño apuntando a una estrella,
a pesar del viento que abate los remos.
En la vigilia compruebas con melancolía que lo único que aparece enfrente
es una blanca oquedad enmarcada
a la que es peligroso asomarse.
El Dorado no existe.
De oro sólo la luz que, con sus destellos punzantes,
tiñe lo que se muestra ante los ojos,
real o imaginario.
No hay vuelta atrás:
Recibirla con el júbilo de la mirada,
o dormitar en su pálida sombra.

Carmen Bereciartúa, poeta, profesora y actriz vizcaína nacida en Bilbao. Estudió historia y música en su ciudad natal, ampliando estudios en Italia.

Autora de Viajero del aire (1988), Sombra (1989), Arquitectura azul prefabricada (1990), Bocetos de una acrópolis sitiada (1991), Realidad oblicua (1998) y Líneas de fuerza y fuga (2001), entre otros poemarios.

Compagina la enseñanza con el teatro y la realización de recitales poéticos. Ha colaborado como actriz en producciones del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea (Ministerio de Cultura), de Radio Clásica (Radio Nacional de España), del Festival Internacional de Alicante. En 1998, tras una larga trayectoria como recitadora, funda “Orphenica Lyra”, agrupación con la que realiza numerosos recitales poético-musicales en diferentes escenarios vascos. Es colaboradora de “Zurgai”, entre otras publicaciones.

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Buenos días Gabriel

Amparo Gastón y Gabriel Celaya.
Amparo Gastón y Gabriel Celaya

Tres poetas en uno / semillero
de tantos más / tu ánima insumisa
se topó con la muerte y su pesquisa
y la puso a cuidar tu invernadero
especialista en empezar de cero
detonaste la bomba de la risa
sin dios sin espejismos y sin prisa
perro viejo / filósofo / ingeniero

fiel a tu gente / a Amparo / ya ti mismo
a pesar de tus ráfagas de triste
te encaraste jovial con el abismo

hombre en medio del mundo y hombre a solas
junto al mar fuiste humilde y escribiste
simplemente / las olas son las olas.

Mario Benedetti, escritor, poeta y dramaturgo uruguayo. 1920-2009

Vana invitación

fotografía de Adi Dekel

-Hallarás en el bosque mansa fuente
que, al apagar tu sed, copie tu frente.

Dijo, y le respondí: -No tengo antojos
de ver más fuente que tus dulces ojos;

sacian ellos mi sed; son un espejo
donde recojo luz y el alma dejo…

-Escucharás, entonces, los latidos
del gran bosque en los troncos retorcidos;

o el rumor de la brisa vagarosa
que huye y vuela cual tarda mariposa…

-Bástame oír tu voz; tiene su acento
gritos de mar y susurrar de viento.

-Hay allí flores, como el sol, doradas,
y otras níveas cual puras alboradas.

-En tu mejilla rosa está el poniente
y la blanca alborada está en tu frente.

-Hay allí noches profundas y tranquilas…
Esas noches están en tus pupilas.

-Hay sombra en la maleza enmarañada…
-Hay sombra en tu cabeza alborotada…

-Lo que se siente allí, no lo has sentido.
-A tu lado el amor he presentido.

-¡Ven! Ese bosque misterioso y quieto
va a decirte al oído su secreto…

-¡Es en vano el afán con que me llamas!,
¡si tú ya me dijiste que me amas!…

-Hay un árbol inmenso, majestuoso,
de altísimo follaje rumoroso;

en él, como serpiente, está enredada
una gigante yedra enamorada…

-Tú eres ese árbol majestuoso y fuerte:
¡deja que en ti me apoye hasta la muerte!.

María Enriqueta Camarillo y Roa, poeta mexicana 1872-1968

El retorno

DonostiFOTOMIA
San Sebastián, Guipúzcoa

Ya vuelvo, Euskadi mía,
ya vuelvo, amor a tí.
Montañas y distancias,
no sé si soy feliz
porque este sentimiento
que hay soterrado en mí
es tan tierno y tan viejo
que parece un sufrir.

Mas ya me habla a lo lejos
lo que no sé decir,
y golpea en mi pecho
el niño que yo fuí:
mil cosas olvidadas
que ahora me dicen <<sí>>
tan sólo con mostrarse
allí, y allí…,¡y aquí!

Aquí, sí, sobre todo,
pequeños y sin fín,
los detalles concretos
de un mundo sin desliz.
Paisaje de juguete,
verde y fácil, feliz,
donde los caseríos
detallan su perfil.

Te redescubro, Euskadi.
¡Ay, cuánto recorrí
mundos insospechados
para volver a tí!
Salir, siempre salimos
los vascos a vivir,
pero siempre volvemos
a la paz de tu <<así>>.

Euskadi, entraña mía,
madre en que yo nací,
y acoges al que vuelve,
cansado de vivir,
y ahí estás tan segura,
sin razón, porque sí,
tan cálida y tan honda
que al fín puedo dormir.

Mi Euskadi pequeñita,
mi pueblo, mi sentir
que ya no es necesario
ni explicar, ni decir.
Mi pasado es el tuyo.
Soy muy viejo: viví.
Euskadi, vengo herido,
ayúdame a morir.

Gabriel Celaya (Hernani, Gipuzkoa 1911-1991)

 

El poema sobre la mesa

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Con las primeras luces
del alba de mi insomnio,
te acercas y me pones
una mano en el hombro.

Entonces yo levanto
a tus ojos mis ojos
desde la blanca página
del poema.
Qué hondo
el instante.
Quisiera
asirlo, dejarlo todo
como está, para siempre,
y, libre del acoso
de mi cuerpo y del mundo,
desvanecerme al fondo
del pasillo, saliendo
por el balcón al gozo
de ese momento eterno.

Como una luminaria,
se quedaría solo
el poema en la mesa,
para que lo leyesen,
algún día radioso,
nuestra hija y sus hijos
ramajes de nosotros,
los hijos de los hijos
del futuro remoto,
pobladores del mundo
los hijos de los otros,
nuestra familia humana,
que no sabrán el rostro
de la clara ceniza
que seremos nosotros,
ni la fuerza del sueño
que bullía, recóndito,
en los dos.
Ni el amor
que lo impulsaba todo,
desde el sueño a la luz
de este poema solo
sobre la mesa.
Mientras,
viajeros del anónimo
navío de la muerte,
tú y yo nos alejamos
por el silencio cósmico.

Arturo Maccanti Rodrigues (Las Palmas de Gran Canaria en 1934-2014). Publicó sus primeros poemas en la revista universitaria Nosotros. Ha sido notable su labor de traducción, especialmente de poetas italianos. En 1985 fue incluido en la antología Chile en el corazón, editada en Barcelona. En 1986 la obra poética publicada por Maccanti hasta entonces fue objeto de un detenido estudio de Miguel Martinón en su libro La poesía canaria del mediosiglo. Recibió el Premio Canarias de Literatura en 2003.

Desmesura

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En la imagen la bailarina y coreógrafa Luz Arcas

Dijo que no. Y el Tiempo se quedó sin tiempo.
Luego, la vida hizo una pausa
y todo pareció recomponerse
como esos acertijos infantiles
en los que sólo falta una palabra,
una palabra necesaria y rara.
Pero dijo que no. Cerró los labios
y escuchó el gorgoteo de las sílabas
luchando por vivir a la intemperie.
Dijo que no. Y el tiempo oyó el silencio.
Luego, la vida hizo una pausa.
Y todo fue distinto: el dolor fue
más cauto, más sensato,
la lujuria lloró en su madriguera.
Y el tiempo inauguró sus máscaras:
hubo un pequeño espanto en los rincones,
temblaron los espejos agobiados
defendiendo impotentes el azogue.
Los pájaros callaron esa tarde
y la luna brilló blanca y sin manchas.
Ardió la noche como vieja tea
con la absurda avaricia de la muerte,
con su luto distante y pegajoso,
y un rencor resabiado y carcomido
descargó como lluvia en el desierto.
Entonces, sólo entonces,
oyó a su corazón ladrando
y se volvió despacio a los espejos
y los vio tiritar con mucho frío
y pedir compasión desde su escarcha.
Y no supo qué hacer con tanta desmesura:
cerró los labios y escuchó al silencio.

Francisca Aguirre Benito (Alicante, 27 de octubre de 1930 – Madrid, 13 de abril de 2019), escritora española, nombrada Hija Predilecta de Alicante en 2012 y Premio Nacional de las Letras en 2018.

El poeta ha de ser impertinente

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El poeta ha de ser impertinente,
un tábano sin ánimo de brillo,
cuando hiela volar incandescente,
bajo tierra sonar más que los grillos.
Escribir los poemas en las puertas,
por donde pasan extraños y vecinos,
los versos han de ser como los vinos,
poco a poco subirse a la cabeza.
Y bajar a los sótanos del alma
donde duermen botellas de tristeza,
sus olvidos de líquida belleza,
sus vasos de caminos y de calma.
El poema ha de beber en las bodegas
sus sedas de sabor, esa dulzura
que los labios liberan de la oscura
esperanza que al tiempo se doblega.
No evita a quienes nunca lo comprenden
y visten de ternura la amenaza,
el poeta celebrando se defiende,
el poema sólo apunta, cuando caza.

Manuel Asur, poeta asturiano nacido en 1947, escribe en asturiano y castellano. Considerado como el iniciador, en poesía, del Surdimientu (renacimiento de la poética moderna en asturiano), es uno de los más importantes en la actualidad en esta lengua. Es doctor en filosofía.

Narciso

dorina C O S T R A S
Obra de Dorina Costras

 

¿Dónde habitas, amor, en qué profundo
seno existes del agua o de mi alma?
Lejos, en tu sin fondo abismo verde,
a mi llamada pronto e infalible.

Nuestras frentes unánimes separa
frío, cruel cristal inexorable.

Zarzas de tus cabellos y los míos
tienden, en vano, a unir lindes fronteras.

Sobre el mío y tu cuello mantenido
un templo de distancia en dos columnas
silencio eterno guarda entre sus muros;
nuestro mutuo secreto, nuestro diálogo.

Silencio en que te adoro, en que te encierras,
recinto de silencio inaccesibles
y lugar a la vez de nuestras citas.

¡Siglos espero frente a la cruenta
muralla dura que lamento inerme!

Eternidades entre nuestras bocas
a cien brisas y a cien vuelos de pájaros.

¿Para qué pies que hollaban la pradera
jóvenes, blancos corzos corredores
si no me llevan hacia ti ni un punto?

¿Para qué brazos tallos de mis manos
si jamás alcanzarán a estrecharte?

¡Límpida, clara linfa temblorosa
jamás en nuestro abrazo aprisionada!

¿Para qué vida, en fin, si vida acaba
en el umbral de la mansión oscura
donde moras sin hálito, en el vidrio
que con mi aliento ni a empañar alcanzo?

¡Oh, sueño sin ensueño, muerte quieta
lecho para mi anhelo, eterno insomne!

Único al fin reposo de mis ojos
tu infinito vacío negro espejo!

 

Rosa Chacel, poeta, ensayista y novelista española nacida en Valladolid en 1898-1994

Lamento

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Para Amparo Gastón a la memoria de Gabriel Celaya

«El mar se llama Nunca y el pájaro que gira sobre él
obsesionado, le llama Muerte.
O le llama Esperanza si, con las alas abiertas,
se para en la playa donde la muchacha duerme.»

G. Celaya

Ahora que estamos todos en silencio
expectantes de floridos versos
gesta dos entre destellos de luna,
erigidos sobre ruinas de cielo,
surgiendo ante el pálido gemido
de ahogados gritos entre las rocas…

Ahora que os ceñís la lírica cítara
errante por las nubes
vais a escuchar tan sólo un triste canto,
clamor dejusticia por esas voces
que ya no pueden cabalgar al viento…

¿Por qué fingís terror
ante aquellos horrores de Hiroshima,
vosotros, asesinos de ilusiones,
verdugos de quimeras mutiladas
al iniciar su suelo,
tiranos que encubrís mediocridades
bajo una fria máscara de barroca
omnipotencia?

Ya la rosa ha irrumpido en suave llanto,
ferulizando su cálida sangre
áridos campos de la sinrazón…

Dormid tranquilos…
la sabiduría que brota del alma
no tiene acceso al férreo trono
del poder
que intenta gobernar los corazones;
cortaron su andadura
esos falsos profetas del progreso,
delincuentes de frac gris sin navaja,
transformistas de la paz
y la palabra…

Loa en nombre de los raros náufragos,
de los que aran en el vasto desierto,
el sueño de la práctica utopía
que sustenta la única esperanza…

Bendita sea la divina locura
-bella espina de los dioses-
en una tierra absurda de cordura…
fiel a ese multicolor universo
que anida en las entrañas
y que, a pesar de huracanes y nieve,
de cadenas y espadas de fuego,
nada ni nadie logrará robar.

Carmen Bereciartúa.
* Publicado en la revista Zurgai, número especial de diciembre de 1992.

Carmen Bereciartúa, poeta, profesora y actriz vizcaína nacida en Bilbao. Estudió historia y música en su ciudad natal, ampliando estudios en Italia.

Autora de Viajero del aire (1988), Sombra (1989), Arquitectura azul prefabricada (1990), Bocetos de una acrópolis sitiada (1991), Realidad oblicua (1998) y Líneas de fuerza y fuga (2001), entre otros poemarios.

Compagina la enseñanza con el teatro y la realización de recitales poéticos. Ha colaborado como actriz en producciones del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea (Ministerio de Cultura), de Radio Clásica (Radio Nacional de España), del Festival Internacional de Alicante. En 1998, tras una larga trayectoria como recitadora, funda «Orphenica Lyra», agrupación con la que realiza numerosos recitales poético-musicales en diferentes escenarios vascos. Es colaboradora de «Zurgai», entre otras publicaciones.