Invocación de invierno

Óyeme, rojo sol, entre las nieblas
que te secuestran,

negado a este rectángulo del agua
verde y callada;

cuando mañana vuelvas a mi cielo,
tráeme dentro

de tu faz esos labios que he perdido,
labios de niño

sin otro aprendizaje que los nombres
puros de entonces.

Y arrojaré al estanque de los sueños
todo recuerdo

que no sea la flor que abre en las aguas
otra esperanza.

Antonio Carvajal Milena (Albolote, Granada, 1943), poeta y profesor titular de métrica en la Universidad de Granada.

Todo he perdido

Todo he perdido de la infancia
Y nunca más podré
Olvidarme en un grito.

He sepultado la infancia
Al fondo de las noches
Y ahora, espada invisible,
Me separa de todo.

De mí recuerdo que exultaba amándote,
Y aquí estoy perdido
En el infinito de las noches.

Desesperación que incesante aumenta,
La vida ya no es para mí,
Atravesada en la garganta,
Más que una roca de gritos.

TUTTO HO PERDUTO

Tutto ho perduto dell’infanzia
 E non potrò mai più
Smemorarmi in un grido.

L’infanzia ho sotterrato
Nel fondo delle notti
E ora, spada invisibile,
Mi separa da tutto.

Di me rammento che esultavo amandoti,
Ed eccomi perduto
In infinito delle notti.

Disperazione che incessante aumenta
La vita non mi è più,
Arrestata in fondo alla gola,
Che una roccia di gridi.

Giuseppe Ungaretti nació en Alejandría (Egipto) en 1888 y murió en Milán
en 1970.
Entre otros libros, ha publicado: L’allegria, Il dolore y Sentimento del
tempo.
En español: Vida de un hombre (Poesía completa), traducción del italiano
de Carlos Vitale, traducción del francés de Rosa Lentini y Ricardo Cano
Gaviria, y prólogo de Haroldo de Campos.

Traducción de Carlos Vitale

Ruiseñor

Un día no lejano,
cantarás para mí de otra manera,
sin buscar la espesura,
sin llevarme a la orilla de una lágrima.

Estaremos a solas,
y todo será cielo, clara música;
melodía tangible
para acunar el tiempo de elevarnos.

Un día vibraremos,
no como ahora, no como el ramaje
de este árbol, que aumenta
el eco pertinaz del abandono.

Estaremos a solas,
tendidos sobre el viento,
con todas nuestras ansias ya cumplidas.
Y tú me cantarás de otra manera.

María Sanz nace en Sevilla (1956), ciudad donde reside. Desde su adolescencia, y tras obtener el título de Bachiller Superior de Letras, se dedica a la creación poética, actividad que le ha permitido obtener diversos premios.

El mundo se ordena en el tapiz de un cielo otoñal

Cielo otoñal , acrílico sobre lienzo de Andrés Rueda

En el cajón de los milagros
donde dispongo malabares de amapola,
tristezas de porcelana, mugre de arcoíris,
afirmaciones bajitas, una leve brizna de nube,
la felicidad en porciones, mis libros de arena
y alguna que otra mujer
encuadernada a todo color y tapa dura;
en ese cajón y no en otro,
las sombras hablan a tienta
y saltan a la comba los azules.

En la hora en que aún sangra al aire,
el mundo se ordena en el tapiz de un cielo otoñal,
y el mutismo más enfermo sospecha de mi casa,
de mi habitación y de la cómoda entreabierta
por donde escapan las incógnitas,
los cuadros de Andrés Rueda, la arquitectura.
musical de las palabras
y el susto de los nombres
que no me pertenecen.

— — —

Marian Raméntol, (Barcelona, 1966). Miembro del grupo poético LAIE (2004-2009)
Directora de la revista La Náusea desde el año 2006.
Miembro del grupo musical O.D.I. desde el 2006.
Miembro del colectivo artístico Grup Tremó (2010)…

Poniente

Fugaz está la luz en mi turgencia,
fugaz en la mirada que me vuelve
paisaje enrojecido,
con un hombre a la espera
del aire que desplazan mis destellos,
cuando va la ciudad a hacerse noche
dejándose acunar por fuegos fatuos.

Los brazos vespertinos
me han rendido despacio, mientras sigue
la anónima mirada
vagando por las calles,
buscando mi turgencia
rosácea, que le alumbre mientras muere
su luz de cada día.

María Sanz nace en Sevilla (1956), ciudad donde reside. Desde su adolescencia, y tras obtener el título de Bachiller Superior de Letras, se dedica a la creación poética, actividad que le ha permitido obtener diversos premios.

Retrato fingido

Algo de gozo, nunca un latido constante
y la forma de cerrar las ventanas
en un corredor resentido. Parece liviana.
Cuando surge de broches y maquetas es aún
silenciosa, turulata y cambiante
en recorridos viscosos. Parece loable,
sacrifica partículas con un tenaz
balbuceo entre toallas y peines.
Es yerta y fría, poco tocable. Se siente
enervadora y poco lucrativa
si le deja la lluvia panorama distinto.
Descorre camino muy punzón sin salida
es tener hipo con asco o si mira
con un deshilvanado interés la espalda
de una gruesa mirada comedora
de ornamentados alfajores. Recorre tu tez
con los dedos. Es larga la costumbre
de poner intervalos. Perdona si sabe.
Dice que nunca se exalta y es brava
la forma de no acentuar en absoluto
las sílabas. Tampoco mora.
Ni habitaría.

Concha García, poeta española nacida en España (La Rambla, Córdoba, 1956). Premio Jaime Gil de Biedma por su obra Ayer y calles y Premio de Poesía Barcarola por Ya nada es rito.​ Licenciada en Filología hispánica Fundadora del Aula de Poesía de Barcelona y de la Asociación Mujeres y Letras. Colabora en los suplementos culturales Aladar del Correo de Andalucía, Cuadernos del Sur del Diario de Córdoba y La Vanguardia. Premio Internacional de Poesía Dama de Baza (Granada) 2019.

Yo, en un monte de olivos

Como un volcán dormido de mentira
-parezco al parecer tan descansada-.
Un ocio agotador que así me enciende,
brotan de mi costado las palabras.
Sudo tinta y tengo sed, sed tengo,
mucha sed de manos enlazadas.
Por la punta del monte de mis senos
por la punta del lápiz va la lava.

Va balada a tus pies o bien protestas,
en una piedra al sol, arrodillada
y la pasión del hombre se me representa:
veo celdas con rejas, hospitales sin camas
sabios con atómicas, analfabetos con ayuda de cámara,
viudas con marido, casos sin casas,
niños crueles, perras apedreadas,
la traición de un amigo, la destrucción de un alma.
¡No puedo más!… Me levanto y dicen:

-Ahí va Gloria la vaga.
-Ahí va la loca de los versos, dicen,
la que nunca hace nada.

                                     De Cómo atar los bigotes del tigre

Gloria Fuertes, Madrid 1917-1998, fue una poeta​ española, ligada al movimiento literario de la Primera generación de posguerra que la crítica ha unido a la Generación del 50​​ y al movimiento poético denominado postismo.

Como un ciprés

Como un ciprés erguido enmedio la mañana
que al rayo desafía y acaricia la nube,
así se eleva el gozo de la tierra lejana
y del estanque un pálpito de leves ondas sube.

En el cuadro sereno que enmarca la ventana
-mejor pintor que el tiempo, sólo el amor que tuve
a la belleza efímera-, sostuve una manzana
y allí, sobre las aguas, estremecido, anduve.

Bajo la lluvia anduve, estuve, me sostuve,
y buscando el ciprés, la rama, el paraíso
reciente de un verano que así se despedía,
que así me abandonaba, que así quiso dejarme,

me entregaba a las aguas hasta que el cielo quiso
devolverle a la tierra la perpetua alegría
de estanque y paraíso y lluvia, por salvarme.

Antonio Carvajal Milena (Albolote, Granada, 1943), poeta y profesor titular de métrica en la Universidad de Granada.

Soledad

Soledad
piedra oscura
que adormeces silencios
sembrando en sus esquinas
inciertas fantasías
metáforas crueles
de un tiempo que se escapa

Soledad
sueño antiguo
lengua de fuego y nieve
que abrasa los insomnios
reduciendo a cenizas
la esperanza, el murmullo
de dos cuerpos amándose

— — —

Charo Ruano, Salamanca 1957. Periodista y escritora. Desde la aparición en 1984 de su primer libro, Hicimos de la noche un largo poema, ha sido una voz constante en el mundo de la poesía. Es autora, asimismo, de varios libros infantiles. Fue directora de la revista Los libros en Castilla y León durante varios años. Directora y presentadora durante más de doce años del programa cultural El cuarto de atrás, de Televisión Salamanca. Es colaboradora habitual en prensa y radio, tanto en páginas de opinión como en páginas culturales.

Canción última

Pintada, no vacía:
pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.


Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa
con su ruinosa cama.


Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.


El odio se amortigua
detrás de la ventana.


Será la garra suave.


Dejadme la esperanza.

Miguel Hernández, poeta y dramaturgo de especial relevancia en la literatura española del siglo XX. (Orihuela, 30 de octubre de 1910 – Alicante, 28 de marzo de 1942)