Soledad

1

Penando está la noche.

Pasa y va deteniéndose
por mirarse mejor a cada paso…
Parándose en su pena
y quedándose en ella en cada esquina
-ánima transparente-,
dentro de su alto grito
ya mudo y hecho espejo
para culpa.

Resbala casi líquida
y, queda endurecida de pronto,
tensa inmóvil
en pie,
ordenando al misterio
su limpia luz de luto…

Y, cuando el pensamiento
halla su permanencia
y se suspende al alma
como un eco de olvido,
fugitiva se esconde
en filtraciones rápidas,
quedándose tan sólo
en hálito de huella…

No se nota que cambia
para cristal sonámbulo.
Se va, sin saber cómo,
sorbida,
en pluma de memoria,
en mágico transporte…
y entra en la esbelta estancia
última del silencio,
de la mano del agua
recién muerta la luna…

2

Y queda el agua en pie
y estremecida
en su tierra de luto
-cadenas la memoria,
prisiones la truncada
alta torre del cuerpo-:
la contrición en sombra
-aún húmeda en la sangre
del corazón del día-,
penando sobre el mundo
por castigo del tiempo…

Ni tribunal de ausencias;
ni juez que una sus límites,
ni beleños de aromas
-jazmín, naranja, clavel,
nardo-, libra al presente
de la prisión de culpa que le oprime…

¡Y qué dolor la estrecha,
la clava en surtidor
agudo de su pena,
como estatua en un grito!…
Como aguja escapada
de su conciencia al cielo
-cuajaron de la sangre
sin sueño de su víctima-:
puñal vivo es su cuerpo
que en ella misma clava.

Negra, negra, negrísima es la noche,
alta como una espada…
Semilla de su carne,
hoy sólo llanto y niebla
de un oscuro gemir vive la noche.
Fecundo olvido en su presencia erige;
acción, pasión de amor por su pecado…
Mientras abajo el día,
sin conciencia, en desmayo,
por boca de su herida
derrama a borbotones
su calor, sobre un beso
negro que ya la inunda…

-¿Quién salvará a la sombra
y al agua en que se muere?

(Todo el tiempo, es un grito
mudo, sobre la noche…

El aire, es la esperanza
del cielo en que se esconde.)

Emilio Prados Such (Málaga, 4 de marzo de 1899 – Ciudad de México, 24 de abril de 1962) fue un poeta español, perteneciente a la Generación del 27.

Víspera

El marinero bebe la rosa de los vientos
en cristal de bandera y luna clara.
En pie sobre sus anclas el barco soñoliento,
devana sus cadenas y peina sus amarras.

Enhebrada se queda la aguja del viaje
junto a la carta azul, el compás y la lente;
mientras en capitán, entre dos blancos mares,
ágil nadador joven, limpia espuma desteje.

Sobre su frente un atlas abre su mariposa
y en el papel el barco juega a flores distantes,
trazando itinerarios sobre las planas olas
que, el pincel del ensueño, tiñe con falso esmalte.

Fuera del camarote: la cubierta dormida,
meciendo sus naranjas entre miedo y tristeza…
Por las calles del puerto, aún las luces oscilan
y, en los bares lejanos, las voces cabecean.

Una estrella derrama su baraja de oro…
En la mesa del agua juega el pez y el reflejo.
La campana acaricia, el silencio que ha roto
al cubrir las heridas de su piel bajo el eco.

Las anclas justifican el molde de su ausencia,
aún sujetas al suelo entre rosas profundas.
La enmohecida hélice sus pétalos ordena
y, la máquina fiel, su corazón ajusta.

Las brújulas se inquietan por su largo descanso,
su inquietud multiplica los puntos cardinales
y, muestra al marinero, en su oráculo falso,
el balcón y la rosa final de su viaje…

Toda la noche cuelga como un gran mapa negro.
El cartón de la luna gira su blanca esfera
y, en ella busca el barco, con su largo puntero,
el puerto más cercano y el agua más serena…

Otro barco en mi pecho su movimiento imita,
-¡siempre es doble mi alma en su imagen dispersa!-:
sus barandas arregla para la despedida
y su timón prepara hacia el alba que espera.

-¿Saldrá la luz?…
-¡Silencio!…
(Llora el barco sus anclas.)
¡Despierto el marinero, rompe el sol sus amarras!

Emilio Prados Such (Málaga, 4 de marzo de 1899 – Ciudad de México, 24 de abril de 1962) fue un poeta español, perteneciente a la Generación del 27.

Alba rápida

¡Pronto, deprisa, mi reino,
que se me escapa, que huye,
que se me va por las fuentes!

¡Qué luces, qué cuchilladas
sobre sus torres enciende!
Los brazos de mi corona,
¡qué ramas al cielo tienden!
¡Qué silencios tumba el alma!
¡Qué puertas cruza la Muerte!
¡Pronto, que el reino se escapa!
¡Qué se derrumban mis sienes!
¡Qué remolino en mis ojos!
¡Qué galopar en mi frente!
¡Qué caballos de blancura
mi sangre en el cielo vierte!
Ya van por el viento, suben,
saltan por la luz, se pierden
sobre las aguas…
Ya vuelven
redondos, limpios, desnudos…
¡Qué primavera de nieve!

Sujetadme el cuerpo, ¡pronto!,
¡que se me va!, ¡que se pierde
su reino entre mis caballos!,
¡que lo arrastran! , ¡que lo hieren!
¡que lo hacen pedazos, vivo,
bajo sus cascos celestes !
¡Pronto, que el reino se acaba!
¡Ya se le tronchan las fuentes!
¡Ay, limpias yeguas del aire!
¡Ay, banderas de mi frente!
¡Qué galopar en mis ojos!
Ligero, el mundo amanece…

Emilio Prados Such (Málaga, 4 de marzo de 1899 – Ciudad de México, 24 de abril de 1962) fue un poeta español, perteneciente a la Generación del 27.

Amor

¡Tu espalda con mi pecho,
mi pecho con tu espalda:
¡qué alegre tajo el cielo
nos cruza en la garganta!
¡Qué espadazos las piernas
desclavan sobre el agua!
¡Cuánta sien, cuánta estrella
nuestro amor desencaja!
¡Qué delirante el viento
sus pájaros desangra!
¡Qué arboleda en sus dedos
sobre la luz levanta!
¡Qué campanas desvela!
¡Qué sueños desenrama!
¡Qué sabanas despeina
por nuestra frente el alma!

Emilio Prados Such (Málaga, 4 de marzo de 1899 – Ciudad de México, 24 de abril de 1962) fue un poeta español, perteneciente a la Generación del 27.

Posesión luminosa

Igual que este viento, quiero figura
de mi calor ser y, despacio,
entrar donde descanse tu cuerpo del verano;
irme acercando hasta él sin que me vea;
llegar, como un pulso abierto latiendo en el aire;
ser figura del pensamiento mío de ti,
en su presencia; abierta carne de viento,
estancia de amor en alma.

Tú -blando marfil de sueño, nieve de carne,
quietud de palma, luna en silencio-,
sentada, dormida en medio de tu cuarto.
Y yo ir entrando igual que un agua serena,
inundarte todo el cuerpo hasta cubrirte, y, entero,
quedarme ya así por dentro como el aire en un farol,
viéndote temblar, luciendo, brillar en medio de mí,
encendiéndote en mi cuerpo,
iluminando mi carne toda ya carne de viento.

Emilio Prados Such (Málaga, 4 de marzo de 1899 – Ciudad de México, 24 de abril de 1962) fue un poeta español, perteneciente a la Generación del 27.

Afirmación

fotografía de Maciek Jasik

Sin tintas en la frente;
sin lenguas en los brazos
ni razón; sin ejemplo
todo mi pecho blanco
sin posible escritura,
ya por fin despegado
de su carta de historia,
a mi papel escapo
sin palabras, sin nombres,
sin memoria en las manos,
sin pluma, muerto el tiempo
sin rostro en el espacio…

¡Qué francos mis sentidos
alzan sus limpios tallos,
igual que cinco fuentes
bajo el sueño manando!

Roto el lazo del mundo,
aún vivo, desclavado
del hueso y de la uña,
dejo mi sombra, abajo,
como un pájaro al viento
sobre la luz me abro…

¡Qué sereno en el cielo
mi corazón sin labios
sueña libre, desnudo
como un barco flotando!…

Mientras que sobre el suelo
mi cuerpo deshojado:
¡qué papel sin espejos
enreda entre mis manos!…

Emilio Prados Such (Málaga, 4 de marzo de 1899 – Ciudad de México, 24 de abril de 1962) fue un poeta español, perteneciente a la Generación del 27.

Amanecer

¡Qué cerca! ¡Desde mi ojo a tu ojo
ni el canto de un alma!
Engarzados sobre el viento,
como pájaros a un mismo
cinto, prendidos al cielo
estamos los dos. ¡Qué juntos
nuestros perfiles en medio
del día! ¡Qué altos van! ¡Qué limpios
vuelan, arriba, ya sueltos,
libres del mundo los rostros
flotando en la luz -abiertos
como dos flores sin tallo
en ella-, vivos sin cuerpo
que los pueda sujetar
abajo en lo hondo, al suelo!
Juntos, por entre las nubes
están volando, altos, quietos,
parados igual que estrellas
del alba y, aún más serenos
que estrellas, como dos plumas,
igual que peces del viento
suspendidos sobre él
con el sedal del silencio,
que los mantiene colgados
por los ojos, sobre el sueño.

Emilio Prados Such (Málaga, 4 de marzo de 1899 – Ciudad de México, 24 de abril de 1962) fue un poeta español, perteneciente a la Generación del 27.

Atardecer. Quietud

Serena igual que esta rama
se alza en el viento, mi sangre
¡Qué rojo tallo de pulsos
alza dentro de mi carne!
!Qué fuente! ¡qué claro río
en pie en mi cuerpo se abre,
igual que se abre en el cielo
este árbol! ¡Qué limpios cauces
bajo mi frente mis venas
enredan, como en el aire
sus blandas ramas el árbol
enreda bajo la tarde!
Como sus frutos, mis ojos
temblando en mis sienes nacen.

¡Qué majestades de cumbre
las de sus dos altos mares!
¡Qué solemne actitud última
la de sus dos soledades!

Serena igual que esta rama,
se alza en el viento mi sangre…
¿Hasta qué espacio, mis ojos
han de llegar por buscarte?

Emilio Prados Such (Málaga, 4 de marzo de 1899 – Ciudad de México, 24 de abril de 1962) fue un poeta español, perteneciente a la Generación del 27.