Ahórrate el dolor

Ahórrate el dolor, no tienes modo
de convencer al mundo de tu huida
hacia aquellos placeres
donde te desangraste.
Los inviernos se siguen sin descanso,
trazan la soledad de tantas horas
como heridas, imponen
sus manos en tus sienes tumefactas.
ahora no hay dulzor para más noches.
ese fin al que nunca renunciabas
por mantener abierto tu desvelo,
ya diluyó sus límites
en un gozo transido,
negándote el amor interminable
después de la amargura.
los inviernos alivian
el paisaje febril que te rodea,
pero no es suficiente
para alejar del mundo tu partida
hacia el delirio donde agonizaste.

María Sanz nace en Sevilla (1956), ciudad donde reside. Desde su adolescencia, y tras obtener el título de Bachiller Superior de Letras, se dedica a la creación poética, actividad que le ha permitido obtener diversos premios.

El río de mi vida

El río de mi vida se remansa
más nunca será charca,
fluirá y saltará con nuevos bríos
surgidos desde dentro.
Siempre será de agua clara y limpia.
Aunque su curso
no sea impetuoso
seguirá
rompiendo diques y cadenas,
y libres, en surtidores,
proseguirá
su límpida carrera
nunca será
agua estancada.
En mi mente
habrá
siempre
un nuevo verso
que, al papel,
gozoso saltará.
En mi corazón
habrá nuevas ternuras,
y en la rosa,
ya cansada, de mis días,
aparecerán
nuevas espinas
que me harán,
llorar, entristecida.

Mercedes Cavestany. De familia madrileña, nació en 1933 en Fuenterrabía y acabó echando raíces en la villa de Jovellanos tras mudarse junto a su marido, Mariano Costales Gómez-Olea, en 1962. Desde entonces su amor por la literatura la llevó a compartir sus textos en numerosas publicaciones, entre ellas EL COMERCIO, diario con el que colaboró durante varios años. Llegó a publicar más de una decena de libros. Sus últimos versos fueron: «Una alondra que canta en la madrugada. ¿Es para avisarme que he de empezar a vivir? / Tomo nota de lo que veo y lo que digo, el silencio tan callado y hablador / El aroma de los días que pasan inexorables, el olor de la tarde / La esperanza es un pájaro que nos desespera, que llega o no llega, que viene y se va». Falleció en Gijón en 2020.

Puta tristeza

Otra vez la puta tristeza
con sus alas de cristal
se instala en mi alma
y me invita a llorar,
mientras la copa de vino
vacía su antídoto
en mi soledad.
El jodido tintineo de los recuerdos,
aquellos espejos del pasado,
se clavan en mi mente
y extraen sentimientos olvidados:
aquella persona a la que amé,
sin ser consciente yo o ser consciente él.
Aquel columpio en el que me balanceé
mecida por las manos de mi padre.
La ternura maternal de un abrazo
que disuelve las penas y endulza lo amargo.
Aquellos besos largos, pasionales
que en algún lugar yacen abandonados.
Y otro cristal, otra balada, otra puñalada
se clava
y la sangre brota,
el llanto mana,
la soledad aflora
y la botella muere.

María del Mar Carrillo García es profesora de Latín, Griego y Cultura Clásica en un instituto de Torrevieja. Se licenció en filología clásica por la Universidad de Murcia y filología hispánica por la UNED. Ha colaborado con Centro de Profesores de Murcia en la confección de talleres y como ponente sobre didáctica de Cultura Clásica para docentes. Ha publicado artículos de divulgación en el Ababol de la Verdad de Murcia. Autora del libro “Imbricaciones Textuales: Poesía, Relato, Microrrelato y Nanorrelato”, bajo el seudónimo de MarC

El solitario en otoño

Canción de la Tierra
(G. Mahler)

Te has fugado de pronto con las hojas
a la región inhóspita y oscura
del olvido, dejando
esta tierra mojada,
esta tarde brumosa, macilenta,
y tus actos de amor sobre el silencio.
Te has fugado contigo, que no es otra
cosa que desandar lo recordado,
porque después de tantos espejismos
a ambos lados del tiempo, sólo queda
hallar una verdad, la más soñada,
y desnudarse en ella amargamente.
Ahora que has llegado
donde duermen las rosas amarillas,
al perfil azulado de unas calles
estrechas, anhelando que su sombra
se convierta en destello de azahares,
no has de pedirle más a tu mirada,
ni a tu voz, ni a la brisa
que forma tu equipaje.
Quédate en esta orilla del olvido,
deshoja tu existencia,
y envuélvete en tus llamas,
en tu amor desterrado para siempre

María Sanz nace en Sevilla (1956), ciudad donde reside. Desde su adolescencia, y tras obtener el título de Bachiller Superior de Letras, se dedica a la creación poética, actividad que le ha permitido obtener diversos premios.

La estación de las mariposas

En tus hombros las alas
se quedaron adheridas
a una piel llena de heridas.
Sus caricias aliviaron las penas
de un alma siempre a la espera.
Suavizaron el recuerdo
de aquel mayo lluvioso
en el que subida
en el capó de un Mazda
por tu orgullo luchabas.
A sabiendas que:
en aquella traición pillada
tu vida cambiaba.
No volverías
a tu casa
a tu lugar
a tu familia
y con un ahogo en la garganta
rompiste con todo
y te colocaste las alas.
Alas que ahora llevas
para recordar
que también sobre cenizas
se puede volver a volar.

María del Mar Carrillo García es profesora de Latín, Griego y Cultura Clásica en un instituto de Torrevieja. Se licenció en filología clásica por la Universidad de Murcia y filología hispánica por la UNED. Ha colaborado con Centro de Profesores de Murcia en la confección de talleres y como ponente sobre didáctica de Cultura Clásica para docentes. Ha publicado artículos de divulgación en el Ababol de la Verdad de Murcia. Autora del libro “Imbricaciones Textuales: Poesía, Relato, Microrrelato y Nanorrelato”, bajo el seudónimo de MarC

Ayer manaba el brillo de los símbolos

Ayer manaba el brillo de los símbolos,
afilados estambres
para trazar deseos sin retorno.
En tu profundidad palidecían,
menguando la razón que comenzaba
a distendir sus ondas,
creciente resplandor sobre el espejo.
Esos símbolos eran
una verdad sellada,
un ansia de torcer lo declinable
y el más vasto breñal donde pudieses
encastillar tus dudas.
Todo partió sin ti de madrugada,
los luceros, la niebla,
tanta necesidad como ternura,
todo, por alumbrarte en abandono.
Y tú, con la parábola del cielo,
morada sin salida,
esperando una luz liberadora
que cegase el abismo, que prendiese
otra llama al ayer por un instante.

María Sanz nace en Sevilla (1956), ciudad donde reside. Desde su adolescencia, y tras obtener el título de Bachiller Superior de Letras, se dedica a la creación poética, actividad que le ha permitido obtener diversos premios.

Cuántas tentaciones

Cuántas tentaciones atravieso
en el trayecto entre el cuarto
y la cocina, entre la cocina
y el baño. Una mancha
en la pared, un trozo de papel
caído en el suelo, un vaso de agua,
mirar por la ventana,
saludar a la vecina,
acariciar a la gata.
Así olvido siempre
la idea principal, me pierdo
por el camino, me descompongo
día a día y es inútil
intentar cualquier regreso.

Patrizia Cavalli nació en Todi (Italia) en 1947 y murió en Roma en 2022.

Traducción de Carlos Vitale
 
 
QUANTE TENTAZIONI…

Quante tentazioni attraverso
nel percorso tra la camera
e la cucina, tra la cucina
e il cesso. Una macchia
sul muro, un pezzo di carta
caduto in terra, un bicchiere d’acqua,
un guardar dalla finestra,
ciao alla vicina,
una carezza alla gattina.
Cosí dimentico sempre
l’idea principale, mi perdo
per strada, mi scompongo
giorno per giorno ed è vano
tentare qualsiasi ritorno.

No pongáis nombre a mis versos

No pongáis nombre
a mis versos,
no les pongáis nombre.
Las palabras
son eternas
y universales
y un nombre
es algo que perece,
que se desvanece.
que se va,
que sólo
al llegar
al mar
bello y profundo,
que sólo
al naufragar
estrellado
contra la imprevisible
roca,
que sólo
en el resurgir,
que sólo
en el comprender
puede ser algo,
quizá un nombre,
pero Dios mío,
¿qué nombre?,
¿qué palabra única?,
¿qué mayúscula?
no,
mis versos
no tienen nombre
son como el viento,
como el agua,
cascabeleros,
como el río,
saltarines,
como el camino,
pasan,
como la risa,
juegan,
como el ruiseñor,
cantan,
mis versos
no son
un epitafio,
mis versos
han de volar
sin nombre
por encima
de las tumbas,
más allá
de los epitafios.

Mercedes Cavestany. De familia madrileña, nació en 1933 en Fuenterrabía y acabó echando raíces en la villa de Jovellanos tras mudarse junto a su marido, Mariano Costales Gómez-Olea, en 1962. Desde entonces su amor por la literatura la llevó a compartir sus textos en numerosas publicaciones, entre ellas EL COMERCIO, diario con el que colaboró durante varios años. Llegó a publicar más de una decena de libros. Sus últimos versos fueron: «Una alondra que canta en la madrugada. ¿Es para avisarme que he de empezar a vivir? / Tomo nota de lo que veo y lo que digo, el silencio tan callado y hablador / El aroma de los días que pasan inexorables, el olor de la tarde / La esperanza es un pájaro que nos desespera, que llega o no llega, que viene y se va». Falleció en Gijón en 2020.

Una mujer escribe su primer libro de versos y me lo envía

Obra de Sally Rosenbaum

Abro tu libro y sufro
nada más conocer que es la primera fruta
arrancada a la joven vida
de un creyente dispuesto a todo.
A conquistar estrellas, huecos, mundos
desde los párpados de la noche.
Noche que te debilitará hasta el amanecer,
si a él llegaras.
Mientras tanto
trenzarás suspiros como insectos lo hacen
en las esquinas de tu cuarto
donde escribes
y llegarán ráfagas de labios
que serán la trampa como en aquel
hermoso manantial de la doncella
consumado
en celuloide arte. Lo recuerdo bien.

Abro tu libro y estoy dispuesta
a ceder la existencia acumulada para ti.
Sin conocerte, dártela en bandeja que avisa
olvida la palabra y duerme ya
deja su saliva y entra en otra espuela
del vivir,
ofrece tus senos solo para el amor,
córtate la mano que se llevarán
los ángeles mejores
al cielo de tus estrellas imposibles.
Pero no me escucharás.
Ahora que como tú vuelvo a estar prendida
en la noche de insectos grandes
para seguir nombrándote los peligros
de que el verso corre con su gesta
y te seduce para que no lo ganes nunca.

Abro tu libro de juventud
y me pierdo en la enorme ola
de antiguos suspiros líricos
que viví inefables
como el animal mojado
que se echaba en tierra blanda
para hacerse notar
de otro color entre los suyos.
Así que escúchame
a tus veinte y pocos años,
atisba el deseo de este poema
si acaso lo leyeras
cuando un día abras mi primer libro,
es el tuyo hoy, ahora no sabrías tomarlo
por inocencia
que el joven árbol no puede arder de pronto
si no se ha ido cuarteando de escritura
vertiginosa siempre
como el crecimiento de su mundo
que cuanto más luciérnaga es
abarcará menos estrellas
de la palabra y su sinrazón
pues abrasados al alba
los insectos, todo será olvido.

Desde el que ahora te hablo
absorta como tú hasta el amanecer
haciendo No escribir
con la confianza deshilachada
en este universo de cantar y sombras,
engañada de sus esquinas, de su fiebre
tanto sacrificio para la materia poética
insobornable
a la que hoy entrego mi lejana juventud
por si un día tú comprendieras este anuncio
de soledad habitada.

Pureza Canelo (Moraleja, Cáceres, 1947) poeta y gestora cultural española, premiada con el premio Adonáis en 1970 por Lugar común. Su obra ha sido traducida al inglés y al alemán.

Todo lo que significa

obra de Esther Martínez Banqué

Lanzar la ropa por los aires como quien pierde los papeles de la cordura,
componer la sinfonía del sudor sobre la partitura de una cama,
firmar la obra maestra de la carne.
Colgar de la ventana el cartel de No admitimos malos sueños, desprecintar la botella de la alegría
que esperaba a ser llamada por nuestras bocas,
ir subiendo con caricias el puerto del orgasmo finalmente coronado.

Bajarnos el uno al otro en canoa,
lanzarme sin cordaje hasta tu sexo,
palacio de saliva, fluido de la felicidad.

Conocer ya solo el verbo desvestirse,
entender que el deseo es la raíz gramatical del placer
y nosotros —al corrernos abrazados—, una sucursal de la felicidad.

En resumen,
todo lo que supone encontrarnos sin ropa frente a frente,
todo lo que significa hacer el amor contigo.

Marwan nace en Madrid el 5 de marzo de 1979, fruto del amor de un palestino y una española. Hasta el momento, Marwan ha cosechado éxitos insospechados en las salas de toda España y medio mundo. ¿Qué tiene la música de autor, y más concretamente Marwan, para llenar salas de cualquier ciudad sin recurrir al marketing, la publicidad y las grandes discográficas? Sin llegar a desvelar del todo el misterio de esta magia, el cantautor aventura una hipótesis: «Cuando la gente se identifica con lo que cantas, lo personal pasa a la dimensión de lo universal». Todo es boca a boca y un poquito de ayuda de las herramientas de Internet.