En cada tuétano deletreado

No hay mayor baile
para que te crezca la noche
que el que dicta la luna,
lo sabes y aún así inquieres

¿Vivirán mis huesos hasta ayer?

Quizá cuando esa noche cumpla una edad más
y la locura se arme de amapolas hendidas
en cada surco, en cada cicatriz,
en cada tuétano deletreado.

Y los párpados de los hijos se cierren,
astillado y caído el aire,
puede que entonces
respires las heridas ociosas, su danza,
gimas, diluyas el ruido de los pasos,
su prisa, su feroz aliento,
y acabes perfilando de nuevo una voz
que insista en preguntar si los huesos,
tus huesos
vivirán más allá de ayer.

… … …

Marian Raméntol, poeta, escritora, traductora. (Barcelona, España, 1966). Reconocida por su obra, es también Directora de la revista cultural La Náusea. Y miembro del grupo musical O.D.I.

Un paisaje cada vez más diminuto

Esculpir el aire, disfrutarlo,
reescribir la sangre y las pupilas
porque no hay mirada
fuera de este desnudo grave,
de esta soledad ósea
que me ata al abismo como piedra.

Nadar por la sed de mis manos descalzas,
por los nombres hacia atrás
que pronuncio bajito,
por el geranio que planté
y ahora me desconoce, nadar por mi sombra,
la nacida en el espejo, la que me fragmenta
en nubes deshiladas
de sintaxis interrogante y distraída.

Nadar por mi nombre callado,
gozar de un paisaje
cada vez más diminuto, que apenas late.

Y seguir nadando
hasta esculpir de nuevo el aire,
con más noche en las mejillas
y más piedras en los bolsillos.

— — —

Marian Raméntol, poeta, escritora, traductora. (Barcelona, España, 1966). Reconocida por su obra, es también Directora de la revista cultural La Náusea. Y miembro del grupo musical O.D.I.

Vivir en el aliento del agua

Fotografía de María J. Leza ©

Este cielo de albaricoque estira la columna
y se pone a discutir con el crepúsculo
cómo esconder tanto infierno bajo los párpados.
Sus cicatrices y muñones hablan del mar
que espera sin hundirse a cocinar vocales
como si le llovieran sobre la piel.

Yo escucho desde en fondo del iris
en la trastienda del corazón.
Dicen que pongo demasiado entusiasmo
en encontrar la altura ideal
para vivir en el aliento del agua,
quizá sea por su sabor a liquen
o por sentir la culpa de algo grave
mientras le voy poniendo nombre
al universo que cabe en mi garganta.

Quizá este cielo de albaricoque tan desnudo
vuelva a atragantarse de soledad
y respire mi silueta en diferido.

Así, puede que me regale
una nueva médula desde la risa, un cuerpo
de amanecer y sombra,
sin escamas y a la intemperie.

— … —

Marian Raméntol, poeta, escritora, traductora. (Barcelona, España, 1966). Reconocida por su obra, es también Directora de la revista cultural La Náusea. Y miembro del grupo musical O.D.I.

Ahora soy de acuarela

Diapasón en azul, autopsia musical,
coreografía donde tosen las nubes,
cabriolan conmigo los peces
bailamos y llenamos el cielo
que sangra y gotea en el estanque.

El estanque se ha hecho cuerpo
y yo emerjo con aletas
-el pulso dicta aún
dulces cartas al estetoscopio-.

La luz choca con mi suéter de escamas
y la pirotecnia cambia de voltaje el arco iris,
ahora soy de acuarela.

No sé tú
pero yo no salvaría esta metamorfosis,
y sinceramente, creo que kafka tampoco.

— — —

Marian Raméntol, poeta, escritora, traductora. (Barcelona, España, 1966). Reconocida por su obra, es también Directora de la revista cultural La Náusea. Y miembro del grupo musical O.D.I.

El reflejo enfermo de la luna

Todas las flores son dignas de un ataúd.
Félix Francisco Casanova

La tarde es grotesca cuando el sol se inclina,
con su joroba y moribundo,
para llorar por los zapatitos de charol
que corretean con el reflejo loco de la luna.

La historia se repite, el cielo sale a pasear
y juega a las gomas con la primavera
hasta que el mediodía levanta la voz.
Entonces los vértices ya no pueden esconderse,
el pudoroso oxígeno nos insulta,
y todo sucede en el preciso instante
en el que el corazón sabe a puerto rancio.

Se enquista la ciudad.

Con bloques de silencio
cobran volumen las alcantarillas,
y con esa musicalidad alcohólica
que hace bailar a las farolas,
llegan los ladridos, los besos,
los ojos hinchados de mundos de cartón,
los lagartos y las grietas,
y llega la muerte embarazada de mí
al lugar donde todas las flores
son dignas de un ataúd.

Después el día se acalambra.

— — —

Marian Raméntol, (Barcelona, 1966), miembro del grupo poético LAIE (2004-2009)
Directora de la revista La Náusea desde el año 2006.
Miembro del grupo musical O.D.I. desde el 2006.
Miembro del colectivo artístico Grup Tremó (2010).
Su obra ha sido traducida al: Estonio, Armenio, Italiano, Inglés y Rumano.

El mundo se ordena en el tapiz de un cielo otoñal

Cielo otoñal , acrílico sobre lienzo de Andrés Rueda

En el cajón de los milagros
donde dispongo malabares de amapola,
tristezas de porcelana, mugre de arcoíris,
afirmaciones bajitas, una leve brizna de nube,
la felicidad en porciones, mis libros de arena
y alguna que otra mujer
encuadernada a todo color y tapa dura;
en ese cajón y no en otro,
las sombras hablan a tienta
y saltan a la comba los azules.

En la hora en que aún sangra al aire,
el mundo se ordena en el tapiz de un cielo otoñal,
y el mutismo más enfermo sospecha de mi casa,
de mi habitación y de la cómoda entreabierta
por donde escapan las incógnitas,
los cuadros de Andrés Rueda, la arquitectura.
musical de las palabras
y el susto de los nombres
que no me pertenecen.

— — —

Marian Raméntol, (Barcelona, 1966). Miembro del grupo poético LAIE (2004-2009)
Directora de la revista La Náusea desde el año 2006.
Miembro del grupo musical O.D.I. desde el 2006.
Miembro del colectivo artístico Grup Tremó (2010)…

El punto de fuga de tus brazos

(Andrés Rueda Art gallery)

Una casa entre paréntesis, como yo,
una primavera que invierte en cromatismos
con venas de adobe y huertos de agua,
así, tan como yo.
Tan denso el aire, tan crepúsculo,
que mi nombre mata y mis muertos
colorean con la luz de lo imposible
las miradas recortables de mis cuadernillos.
Ya no me queda paisaje en los ojos.
Intento ubicarme entre paseos acuáticos
pero menguo abrazada a glicinas de papel,
a la hipnosis de la hoguera
y al sacrificio del lagrimal.
Solo me queda cortarle la cabeza a ese azul
que es casi muerte y que no sé olvidar.
Puede que lo haga hoy mismo, desde el espejo,
desde esa puerta que desconozco
pero que sabe de acordes en los márgenes,
de bocas en duelo y del punto de fuga de tus brazos.

Marian Raméntol, (Barcelona, 1966). Miembro del grupo poético LAIE (2004-2009)
Directora de la revista La Náusea desde el año 2006.
Miembro del grupo musical O.D.I. desde el 2006.
Miembro del colectivo artístico Grup Tremó (2010)…

«La voz de Marian Raméntol es potente, arrebatada, teñida de surrealismo. Con pulso firme y gran dominio del idioma, va hilando, una tras otra, imágenes desasosegantes, hasta crear un mundo propio que sacude las entrañas. No es posible intentar encontrar un sentido racional a sus poemas, sino dejarse guiar por las sensaciones que provoca. Uno de sus poemas comienza con una cita de Leopoldo María Panero, lo que da idea de cuales son sus referencias» Antonio J. Sánchez Fernández (Reseña de la Antología Arde en tus Manos, selección de poemas galardonados en la cuarta convocatoria de la Asociación Cultural Myrtos GRamma Almanar. 2009).

Las espinas venenosas de mis poemas hembras

La palabra, a veces, se enreda
en el glamour de mediodías trajeados,
se presenta en grandes auditorios
para soledades en edad de merecer
y cruza a crol el diámetro de una copa tras otra.
Así he andado muchas tierras,
llevo olor a sacrificio en las manos,
mi columna es doctor en pulsaciones marinas
mientras mi frente
sigue sentada a los pies de las efigies
y aprende cómo morder sin amarillearse.
Pero la palabra siempre me supera,
inventora de cadáveres, de recias bahías
donde el lenguaje es lanzado hacia adentro,
donde la mortalidad
es el proveedor armamentístico
más importante de la estrofa, sí,
ella siempre consigue cortarme el rostro,
pisarme con adulterios que se repiten
entre la heroicidad del agua
y la sal femenina del camino.
Me ridiculiza
y se ríe de mi vocación de madre seca y de mi intento
por mantener la lumbre a base de ríos,
barros polvorientos y las espinas venenosas
de mis poemas hembra.

*** *** ***

DEL LIBRO «SALVOCONDUCTOS HACIA LAS PRIMAVERAS»
LIBRE DESCARGA EN LN EDICIONES

https://lanausea2000.blogspot.com/p/ln-ediciones.html

Marian Raméntol, (Barcelona, 1966). Miembro del grupo poético LAIE (2004-2009)
Directora de la revista La Náusea desde el año 2006.
Miembro del grupo musical O.D.I. desde el 2006.
Miembro del colectivo artístico Grup Tremó (2010).
Su obra ha sido traducida al: Estonio, Armenio, Italiano, Inglés y Rumano,

Ha prologado los siguientes libros: Poemas y otros Poemas de José María Pinilla Ballesteros (2010). Algún día todo habrá pasado de Cecilia Ortega. Poemario. (2010)

Ha participado en el VIII Festival Internacional de poesía Moncayo (Zaragoza), I Festival Internacional de Poesía y Microrrelatos de Viladecans 2011 y ha sido invitada al Festival internacional de poesía de Cluj (Romanía).Ha realizado residencia artística en el Konventpuntzero, (Colònia Rosal, Berga, 2011) en la que ha trabajado en el proyecto Metáfora: en busca del lenguaje único, conjuntamente con Cesc Fortuny i Fabré.

Actualmente, en el ámbito literario, combina su actividad de dirección de la revista cultural La Náusea con la traducción de poetas contemporáneos italianos, la corrección y maquetación de poemarios, la impartición de clases de poesía en verso libre; y en el ámbito musical elabora con el proyecto O.D.I. la banda sonora y la producción de audio tanto para cortos como para largometrajes.

El mundo se ordena en el tapiz de un cielo otoñal

Obra de André Pérez

En el cajón de los milagros
donde dispongo malabares de amapola,
tristezas de porcelana, mugre de arcoíris,
afirmaciones bajitas, una leve brizna de nube,
la felicidad en porciones, mis libros de arena
y alguna que otra mujer
encuadernada a todo color y tapa dura;
en ese cajón y no en otro,
las sombras hablan a tientas
y saltan a la comba los azules.
En la hora en que aún sangra el aire,
el mundo se ordena en el tapiz de un cielo otoñal,
y el mutismo más enfermo sospecha de mi casa,
de mi habitación y de la cómoda entreabierta
por donde escapan las incógnitas,
los cuadros de Andrés Rueda, la arquitectura
musical de las palabras
y el susto de los nombres
que no me pertenecen.

Marian Raméntol, (Barcelona, 1966), miembro del grupo poético LAIE (2004-2009)
Directora de la revista La Náusea desde el año 2006.
Miembro del grupo musical O.D.I. desde el 2006.
Miembro del colectivo artístico Grup Tremó (2010).
Su obra ha sido traducida al: Estonio, Armenio, Italiano, Inglés y Rumano.

Con el aire encadenado al luto de las venas

Duele la piel y el ácaro que rueda entre los huesos,
su temperatura sin flores en la boca
como póstuma tristeza
anidada en la axila de un mundo de sangre discontinua,
con harmónicas entre los dientes,
espejos en el pecho
un peine de concha en el bolsillo, manchado de hierba grave,
girasoles de cartón,
polizontes que comulgan con la arena mordida,
de color callado y vientre sin metralla.
Duele la densa cabellera de los besos
que son cintura, inquilinos de mis sienes,
el roce preciso que necesita el dolor,
la felicidad del secreto, el rojo enredado
en la lágrima cuando es cicatriz sobre los charcos.
En el llavero de todas mis muertes,
llevo la frontera de las manos,
mares de burbuja, frágiles desde lejos,
desenfocados, insospechables, febriles,
empeñados en poner palabras redondas
en labios viudos que se citan en la orilla.
Y duele. Duele la canción prófuga de papel
y el blanco de las bocas, con el aire
encadenado al luto de las venas,
qué lástima da verla convertida en una caricia
experta en herir los azules que nunca respiran,
aquellos que perdieron el lamento en alguna zanja,
y ahora ya no encuentran trinchera
donde apoyar la mejilla.
Deja que flote, por favor,
déjame abrazada al contagio del silencio,
con el nombre puesto, rígida de luna,
con la promesa de abrirme al pájaro,
a la copia en blanco y negro de mi frente,
deja que se vayan los verbos,
y el sudor de sus conjugaciones,
déjame en esta ciudad como cuchillo
y en el ruido de su corazón cuando calla.

Marian Raméntol, (Barcelona, 1966),

Miembro del grupo poético LAIE (2004-2009)
Directora de la revista La Náusea desde el año 2006.
Miembro del grupo musical O.D.I. desde el 2006.
Miembro del colectivo artístico Grup Tremó (2010).
Su obra ha sido traducida al: Estonio, Armenio, Italiano, Inglés y Rumano,

Ha prologado los siguientes libros: Poemas y otros Poemas de José María Pinilla Ballesteros (2010). Algún día todo habrá pasado de Cecilia Ortega. Poemario. (2010)

Ha participado en el VIII Festival Internacional de poesía Moncayo (Zaragoza), I Festival Internacional de Poesía y Microrrelatos de Viladecans 2011 y ha sido invitada al Festival internacional de poesía de Cluj (Romanía).Ha realizado residencia artística en el Konventpuntzero, (Colònia Rosal, Berga, 2011) en la que ha trabajado en el proyecto Metáfora: en busca del lenguaje único, conjuntamente con Cesc Fortuny i Fabré.

Actualmente, en el ámbito literario, combina su actividad de dirección de la revista cultural La Náusea con la traducción de poetas contemporáneos italianos, la corrección y maquetación de poemarios, la impartición de clases de poesía en verso libre; y en el ámbito musical elabora con el proyecto O.D.I. la banda sonora y la producción de audio tanto para cortos como para largometrajes.