Treinta peldaños

Para Paula Bozalongo, abril de 2021

Nunca he sido muy dado a las ciencias exactas,
o más bien al contrario:
refugiándome siempre en las palabras
aprendí a contar sílabas muy pronto
sin prestar atención al resto de las reglas.

Y sin embargo, hoy,
sé que esta multiplicación
no se repetirá nunca jamás:
treinta por dos, sesenta
–los tuyos y los míos–.

Yo no te volveré a doblar la edad
ni tú tendrás ya más la mitad de la mía.

No debes preocuparte: son solo matemáticas
y no nos hace falta calcular estructuras
para saber que este edificio aguanta
porque lo construimos sobre tierra robusta,
con un cimiento sólido
para ir levantando, poco a poco,
las plantas que al final componen una vida.

Y, desde la atalaya, puedo ver como tú
vas subiendo peldaños, te acercas a la cumbre.

Solo puedo decirte que no mires abajo,
que te detengas solo para tomar impulso.

A tu lado estarán tanto los que te alientan
como aquellos que quieran impedirte el ascenso:
de los primeros toma el ejemplo que puedas,
de los demás, ni el agua que te ofrezcan.

Disfruta del camino sin olvidar la meta,
pero sabiendo siempre que lo más importante
está en cada etapa, cada pequeño tramo,
cada paso que das, uno tras otro.

Te dolerán los pies algunas veces,
te escocerán los ojos algún día,
tendrás frío en las manos en invierno,
pero todo será malestar pasajero
cuando alguien te abrace
o te ofrezca un pañuelo
o te acerque una manta.

Yo seguiré observando, al lado del camino,
anotando estos versos y otros muchos
que debes olvidar, para seguir creciendo
y escribir con los tuyos el libro de tu vida.

                       De Los días generosos

Javier Bozalongo (Tarragona, España, 1961). Ha publicado los poemarios Líquida nostalgia (2001), Hasta llegar aquí (2005), Viaje improbable (Renacimiento, 2008, XI Premio Surcos de Poesía) y La casa a oscuras (Visor, 2009, Accésit del Premio Jaime Gil de Biedma). En 2012, el Festival de poesía de Costa Rica publicó la antología Nunca el silencio; y en 2015 se ha publicado en México la antología Has vuelto a ver luciérnagas. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, árabe, rumano, macedonio, portugués, italiano, chino y griego. Dirige la colección de poesía de Valparaíso Ediciones

Vivir solo

A veces me da miedo vivir solo.
Descubro entre la ropa que no uso
una placa de oro con mi nombre
y mi grupo sanguíneo en el reverso,
un mechero regalo de mi padre
cuando estaba bien visto que fumáramos,
el anillo de boda de mi abuela…
¿Alguien podría hallar estos residuos
sin previa indicación de que existieron?
A veces me da miedo vivir solo.
Me viene a la cabeza mi vecina,
preocupada después de algunos días
sin cruzarse conmigo en la escalera,
entrando a casa con su propia llave:
la música y la luz aún encendidas,
seguramente un libro en mi regazo
y la mirada ausente tras las gafas.
Por eso me da miedo vivir solo,
por si después no encuentran los recuerdos
escondidos en todos los rincones.
Lo que mis ojos sí dirán seguro
es en lo que pensaba en ese instante:
que los secretos nunca están a salvo,
que el mar no puede verse desde aquí
y que me fui pensando en vuestros nombres.

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Javier Bozalongo (Tarragona, España, 1961). Ha publicado los poemarios Líquida nostalgia (2001), Hasta llegar aquí (2005), Viaje improbable (Renacimiento, 2008, XI Premio Surcos de Poesía) y La casa a oscuras (Visor, 2009, Accésit del Premio Jaime Gil de Biedma). En 2012, el Festival de poesía de Costa Rica publicó la antología Nunca el silencio; y en 2015 se ha publicado en México la antología Has vuelto a ver luciérnagas. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, árabe, rumano, macedonio, portugués, italiano, chino y griego. Dirige la colección de poesía de Valparaíso Ediciones