Morir

Morir

es un arte, como todo lo demás.
Yo lo hago excepcionalmente bien.

Lo hago y así se siente como el diablo.
Lo hago y así se siente real.
Creo que dirías que a eso fui llamada.

Es bastante fácil hacerlo en una celda.
Es bastante fácil hacerlo y seguir ahí.
Es el teatral

Regreso a pleno día
Al mismo lugar, la misma cara, el mismo bruto
Grito divertido:

“¡Un milagro!”
Que me noquea.
Hay un precio

Para avistar mis cicatrices, hay un precio
Para escuchar mi corazón—
De veras anda.

Y hay un precio, un precio muy alto,
Por una palabra o un roce
O un poco de sangre

O un pedazo de mi pelo o mi ropa.
Eso, eso, Herr Doktor.
Eso, Herr Enemigo.

Yo soy su opus,
Yo soy su valiosa,
La bebé de oro puro

Que se funde en un grito.
Yo me retuerzo y quemo.
No piense que subestimo su gran preocupación.

Ceniza, ceniza—
Atiza y mezcla.
Carne, hueso, hay nada ahí—

Un pan de jabón.
Un anillo de bodas,
Un empaste de oro.

Herr Dios, Herr Lucifer,
Cuidado
Cuidado.

Fuera de la ceniza
Me levanto con mi pelo rojo
Y me como a los hombres como aire.

Sylvia Plath (Boston; 27 de octubre de 1932 – Londres; 11 de febrero de 1963) fue una escritora estadounidense especialmente conocida como poeta. También fue autora de obras en prosa, la novela semiautobiográfica La campana de cristal (bajo el seudónimo de «Victoria Lucas»), relatos y ensayos.
Junto con Anne Sexton, Plath es reconocida como una de las principales cultivadoras del género de la poesía confesional, iniciado por Robert Lowell y W. D. Snodgrass.
Estuvo casada con el escritor Ted Hughes, quien tras su muerte se encargó de la edición de su poesía completa.

Soliloquio de la solipsista

sylvia plath1
Sylvia Plath

¿Yo?
Camino a solas;
La calle a medianoche
Se prolonga bajo mis pies;
Cuando cierro los ojos
Todas estas casas de ensueño se extinguen:
Por un capricho mío
La cebolla celestial de la luna cuelga en lo alto
De los hastiales.

Yo
Hago que las casas se encojan
Y que los árboles mengüen
Alejándose; la traílla de mi mirada
Hace bailar a las personas-marionetas
Que, ignorando que se consumen,
Se ríen, se besan, se emborrachan, sin sospechar
Igualmente que, cada vez que yo parpadeo,
Mueren.

Yo,
Cuando estoy de buen humor,
Doy a la hierba sus colores
Verde blasón y azul celeste, otorgo al sol
Su dorado;
Pero, en mis días más invernales, ostento
El poder absoluto
De boicotear los colores y prohibir que las flores
Existan.

Yo
Sé que tú apareces
Vivida a mi lado,
Negando que brotaste de mi cabeza,
Clamando que sientes un amor
Lo bastante ardiente como para experimentar la carne real,
Aunque salta a la vista,
Querida, que toda tu belleza y todo tu ingenio son dones
Que yo te concedí.

Sylvia Plath (Boston; 27 de octubre de 1932 – Londres; 11 de febrero de 1963) fue una escritora estadounidense especialmente conocida como poeta. También fue autora de obras en prosa, la novela semiautobiográfica La campana de cristal (bajo el seudónimo de «Victoria Lucas»), relatos y ensayos.

Junto con Anne Sexton, Plath es reconocida como una de las principales cultivadoras del género de la poesía confesional, iniciado por Robert Lowell y W. D. Snodgrass.

Estuvo casada con el escritor Ted Hughes, quien tras su muerte se encargó de la edición de su poesía completa.

Electra en la vereda de las azaleas

aurelia, otto plath y sylvia
Aurelia y Otto Plath con Sylvia

El día que moriste me tragó la tierra,
me abismé en el oscuro agujero donde las abejas,
con sus rayas negras y doradas, hibernan a salvo de la ventisca,
como piedras hieráticas, y el terreno es tan duro.
Aquel sueño invernal me valió la vida durante veinte años:
hice como que nunca hubieses existido, como si hubiese
nacido del vientre de mi madre preñada de Dios,
y su cama ancha luciese la mancha de la divinidad.
No me sentí culpable ni nada semejante cuando volví
a rastras a cobijarme bajo su corazón.

Pequeña como una muñeca, con mi vestido de inocencia,
me tendí a soñar tu poema épico, imagen tras imagen.
Nadie moría ni se ajaba en ese escenario.
Todo acontecía en una blancura perenne.
El día que desperté, abrí los ojos en Churchyard Hill.
Encontré tu nombre, tus huesos, todo
registrado en una necrópolis minúscula, atestada,
tu lápida mohosa e inclinada junto a una verja de hierro.

En esta casa de caridad, este asilo para pobres, donde los muertos
se amontonan pie contra pie, cabeza contra cabeza, ni una flor
hiende el suelo. La Vereda de las Azaleas: así se llama.
Un campo de bardanas se abre al sur.
Dos metros de grava amarilla te cubren.
La salvia artificial que pusieron en la lápida
contigua, metida en un cesto de plástico, adornado
con ramas, ni se agita padre
aunque las lluvias la disuelvan en un tinte rubro:
sus pétalos falsos gotean, y sus gotas son de un rojo sangre.

Pero hay otra clase de rojo que me molesta:
el día en que tu vela distendida se bebió el aliento de mi hermana,
el mar liso se tiñó de púrpura, como el aciago mantel
que desplegó mi madre la última vez que volviste a casa.
Estos pilares en los que apoyarme los saqué de una tragedia antigua.
La verdad es que una vez, a finales de octubre, el día de mi primer llanto.Un escorpión se aguijoneó la cabeza sin querer,
y mi madre vio tu rostro en sueños, bajo el agua.
Los actores pétreos hacen una pausa para serenarme y recobrar el aliento.
Saqué fuerzas de mi amor para soportar aquello, y entonces moriste.
Fue la gangrena- me contó mi madre- quien te consumió
hasta los huesos; moriste como cualquier otro hombre.
¿Cómo envejeceré yo en este estado mental?
Soy el espectro de una infame suicida,
la navaja de afeitar se oxida en mi garganta.
Ah, padre, perdona a quien llama a tu verja buscando
perdón: tu perra de caza, tu hija, tu amiga.
Fue mi amor lo que nos mató a ambos.

De Poesía completa, edición de Ted Hughes, traducción de Xoán Abeleira

Sylvia Plath (Boston; 27 de octubre de 1932 – Londres; 11 de febrero de 1963) fue una escritora estadounidense especialmente conocida como poeta. También fue autora de obras en prosa, la novela semiautobiográfica La campana de cristal (bajo el seudónimo de «Victoria Lucas»), relatos y ensayos.

Junto con Anne Sexton, Plath es reconocida como una de las principales cultivadoras del género de la poesía confesional, iniciado por Robert Lowell y W. D. Snodgrass.

Estuvo casada con el escritor Ted Hughes, quien tras su muerte se encargó de la edición de su poesía completa.

Nota: Si algo marcó emocionalmente a Sylvia Plath desde su juventud fue el fallecimiento en 1940 de su padre, Otto Emil Plath, cuando ella sólo tenía ocho años. La salud de Otto Plath comenzó a resentirse en 1935, poco después del nacimiento de su hijo Warren. Estaba convencido de sufrir cáncer de pulmón y se negó a recibir tratamiento alguno. En 1940 una infección en un pie reveló que lo que tenía en realidad era una diabetes en estado avanzado. Le amputaron la pierna pero poco tiempo después fallecería.

Su muerte fue un suceso traumático para Sylvia. Una fuente de conflictos que marcarían su vida desde ese momento y que quedaron reflejados en distintos poemas. ‘Electra en la vereda de las Azaleas’ es uno de ellos. Describe una visita al cementerio de su padre («En esta casa de caridad, este asilo para pobres, donde los muertos se amontonan pie contra pie, cabeza contra cabeza») utilizando como marco de referencia la tragedia griega. Ella se siente abandonada («Saqué fuerzas de mi amor para soportar aquello, y entonces moriste.») y, sobre todo, culpable («Fue mi amor el que nos mató a ambos »).

 

Buho

buho

Las campanas dieron las doce. La Calle Mayor
No mostraba más que su suburbio arbóreo: nimbada
Pero vacía, sujetaba sus escaparates
De pasteles de boda,

Anillos de diamantes, macetas de rosas, pieles de zorro
Rojizas cubriendo los maniquíes de cera
Es un vidriado cuadro de opulencia.
Desde los más profundos sótanos,

¿Qué fue lo que movió entonces a la pálida
Rapaz a ulular por encima
De las farolas y los cables, extendiendo las alas
De una pared a otra, controlando

Las corrientes transportadoras, con su vientre
Tupido de plumas, pavorosamente suave,
Al acecho? Los dientes de las ratas destripan la ciudad
Temblando ante el cuchillo del búho.

26 de junio de 1958

De Poesía completa, edición de Ted Hughes, traducción de Xoán Abeleira
Sylvia Plath (Boston; 27 de octubre de 1932 – Londres; 11 de febrero de 1963) fue una escritora estadounidense especialmente conocida como poeta. También fue autora de obras en prosa, la novela semiautobiográfica La campana de cristal (bajo el seudónimo de «Victoria Lucas»), relatos y ensayos.

Junto con Anne Sexton, Plath es reconocida como una de las principales cultivadoras del género de la poesía confesional, iniciado por Robert Lowell y W. D. Snodgrass.

Estuvo casada con el escritor Ted Hughes, quien tras su muerte se encargó de la edición de su poesía completa.

Lorelei

sylvia plath

Ésta no es una noche para ahogarse:
la luna llena, un río negro fluyendo
bajo un suave brillo de espejo.

La acuosa neblina azul dejando caer
telón tras telón, como redes de pesca,
aunque hoy los marineros estén durmiendo;

Las macizas torres del castillo
duplicándose en un cristal que es
todo quietud. Aún así, estas formas flotan,

ascienden hacía mi, perturbando el rostro
de la calma. Desde el nadir
se alzan, con sus suntuosos miembros
graves, sus cabellos más pesados
que el mármol esculpido. Cantan algo
sobre un mundo más pleno y más claro

que el posible. Hermanas, vuestra canción
conlleva una carga insoportable
para el oído acaracolado que la escucha

aquí, en este país bien regido
por un gobernante ecuánime.
Con esa armonía perturbadora,

más allá del orden mundano,
vuestras voces levantan un cerco. Moráis
en los agudos escollos de la pesadilla,

prometiendo un abrigo seguro;
De día, discantáis desde los límites
del embotamiento, y también desde el alféizar

de los ventanales. Pero peor aún
que vuestro canto enloquecedor
es vuestro silencio. en el manantial
del reclamo de vuestros corazones helados
brota la ebriedad de las profundidades.
Oh río: hundidas en tu abisal

corriente de plata, veo flotar
a aquellas grandes diosas de la paz.
Piedra, piedra, llévame allí abajo.

       De Poesía completa, edición de Ted Hughes, traducción de Xoán Abeleira

Sylvia Plath (Boston; 27 de octubre de 1932 – Londres; 11 de febrero de 1963) fue una escritora estadounidense especialmente conocida como poeta. También fue autora de obras en prosa, la novela semiautobiográfica La campana de cristal (bajo el seudónimo de «Victoria Lucas»), relatos y ensayos.

Junto con Anne Sexton, Plath es reconocida como una de las principales cultivadoras del género de la poesía confesional, iniciado por Robert Lowell y W. D. Snodgrass.

Estuvo casada con el escritor Ted Hughes, quien tras su muerte se encargó de la edición de su poesía completa.

Amanecer en el sur

bahia-de-los-angeles
Amanecer en Bahía de los Ángeles

De color limón, mango, melocotón,
Estas villas de libro de cuentos
Aún sueñan detrás
De sus celosías, de sus balcones
Finos como un encaje hecho a mano
O un boceto a pluma botánico.

Alabeada por los vientos,
Sobre sus troncos en forma de flechas
Y sus cortezas de piel de piña,
Una verde medialuna de palmeras
Dispara al cielo su ahorquillada
Pirotecnia de ramajes.

Un alba clara como el cuarzo,
Centímetro a centímetro brillante,
Dora toda nuestra avenida,
Y, emergiendo de la azul disolución
De la Bahía de los Ángeles,
Sale una redonda sandía roja: el sol.

Sylvia Plath (Boston; 27 de octubre de 1932 – Londres; 11 de febrero de 1963) fue una escritora estadounidense especialmente conocida como poeta. También fue autora de obras en prosa, la novela semiautobiográfica La campana de cristal (bajo el seudónimo de «Victoria Lucas»), relatos y ensayos.

Junto con Anne Sexton, Plath es reconocida como una de las principales cultivadoras del género de la poesía confesional, iniciado por Robert Lowell y W. D. Snodgrass.

Estuvo casada con el escritor Ted Hughes, quien tras su muerte se encargó de la edición de su poesía completa.