Entró por la ventana de mi cuarto,
estaba a un paso de la Primavera;
libros y sueños, todo se llenaba
con el rubio dulcísimo de sus oros vencidos,
y se quedó sobre el poema
a medio componer, como el más puro,
musical de mis versos…
Llené mis manos de sus fuentes,
de sus brisas con árboles y ríos,
de sus pequeñas flores, de su melancolía,
de su pesada lluvia de campanas
por donde andaba en castidad primera
el blanco Arcángel, anunciando auroras…
Era el instante que se nos escapa
de la helada pupila de la esfera;
ese minuto en que nos olvidamos
del “mañana” con luchas y saludos.
Entonces me abrazaba a tu recuerdo,
abría el atlas de mis ilusiones,
y me llegabas tú por la nostalgia
con el breve latido de la estrella…
(Del libro Pasan hombres oscuros)
Julio Mariscal Montes (Arcos de la Frontera, Cádiz; 1922 – 1977), en 1949 forma parte del grupo poético Alcaraván, del que está considerado como el más valioso exponente, formó parte de la llamada “Generación de los cincuenta”, junto a Caballero Bonald, Fernando Quiñones, Ángel González, Claudio Rodríguez, Gil de Biedma y otros. Fue colaborador o fundador de las revistas, Alcaraván, Platero, Arquero de Poesía, Alcántara, Ágora, La isla de los ratones, Caracola, Cal, Caleta, Capitel, Alor, Ixbilian, El gorrión, Torre Tavira, Alfox, El Cobaya, Rocamador, Anaconda, Bahía, Floresta de varia poesía La Venencia, Liza, Arcilla y Pájaro, Litoral, Güadalquivir, Álamo, Aljibe, Pliego, Pleamar, Madrigal, Llanura, Cumbres, Atzavara, La luna negra, Última poesía religiosa, Punta Europa, Estafeta literaria y varias hispano-americanas.