Se acabaron los limones…

adiosmujer

Se acabaron los limones
no voy a rezar fantasmas
ya no hay osos
en las noches que te nombran
ni peso muerto en el hombre que jamás serás
el hombre con las flores
la media luna a las dos de la tarde
el anillo en la Gran Vía
el beso porque sí
porque el deseo del deseo
te supera
y porque puedes
no, tú no conoces nada real que se parezca a mi dulzura
no tienes un banjo
ni los ojos azules
no leíste jamás mi primer libro
leerme no quisiste
adentro en lo real
no me escuchabas
y no, no llames más
no vuelvas con tus manos
inútiles manosque no saben separar el cabello de mi rostro
llévate las sobras de quienes te abandonaron
no quiero más palabras

antes en mí
había un lugar para la ternura
un animal
que yacía tranquilo.

Gabriela Rosas, poeta y narradora nacida en Caracas, Venezuela en 1976

La primavera besaba…

almendro en flor antonio martinez tomas
fotografía de Antonio Martínez Tomás

La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.

Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil…
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.

Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.

Hoy en mitad de la vida,
me he parado a meditar…
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!

Antonio Machado, poeta español nacido en Sevilla en 1875 y fallecido en Collioure, Francia, en 1939. Doctor en Filosofía y letras, fue catedrático de francés en los Institutos de Soria, Segovia, Baeza y Madrid.
Es considerado como uno de los grandes poetas de la lengua castellana.

Tantas flores a la madrugada tanto vino blanco con los amigos…

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Tantas flores a la madrugada tanto vino blanco con los amigos
íntima perdida última
tanta vida para la literatura
tanta hermosa fantasía desplegada
corazoncitos en los vidrios empañados en vez de amor
tanto lúcido ascendente iluminista buen alumno
aquellos mis amiguitos con su pacífico partido de izquierda
tanta prueba de amor colgada de un clavito
tanta vida tirada a los perros y a los cobardes
el recuerdo de algunos que en lo mejor de mi vida
en fin cambiemos de tema
después de besar a los íntimos todos los días
como si fuera la despedida del alma
puedo asegurarles que no les crearé ningún problema
soy muy inofensiva
no me pasearé por el mundo con plumas doradas
ni gritaré a destiempo
sólo que tal va consiga un bote al exilio
o todo termine en un claustro con una labor de petit point

Juana Bignozzi, poeta, traductora, y periodista argentina. Residió desde 1974 al 2014 en España.​
Fue galardonada con el Premio Municipal de Poesía 2000, Premio Konex y Premio Rosa de Cobre de la Biblioteca Nacional Argentina en 2013.

Bignozzi retornó a la Argentina en 2004,​ donde falleció a los 78 años.

Sobre la poesía, Bignozzi opinó: «Quiero que lo que diga se entienda, pero no necesariamente que sea fácil de entender […] Se es poeta para trabajar con la lengua de otra manera. En la poesía tiene que haber algún misterio, algo que el poeta ve y que el público no. Tenemos la obligación de revelar los misterios pero de una manera distinta de la que tiene el periodismo»

Soneto de la unidad del alma

pensador vernáculo de Miraya Muñoz
el pensador de Miraya Muñoz

Yo que tengo la voz desparramada,
yo que tengo el afecto dividido,
yo que sobre las cosas he vivido
siempre con la memoria derramada;

yo que fui por la tierra desolada,
yo que fui bajo el cielo prometido
con el entendimiento repartido
y con la voluntad multiplicada;

quiero poner ahora la energía
de la memoria, del entendimiento
y de la voluntad en armonía

con la Memoria que no olvida nunca
con el Entendimiento siempre atento
y con la Voluntad que no se trunca.

Francisco Luis Bernárdez, poeta argentino 1900-1978

Cuentas de fuego

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óleo de Vicente Romero Redondo

Cerrar la puerta cómplice con rumor de caricia,
deshojar hacia el mal el lirio de una veste…
-La seda es un pecado, el desnudo es celeste;
y es un cuerpo mullido, un diván de delicia.-

Abrir brazos…así todo ser es alado;
o una cálida lira dulcemente rendida
de canto y de silencio…más tarde, en el helado
más allá de un espejo, como un lago inclinado
ver la olímpica bestia que elabora la vida…

Amor rojo, amor mío;
sangre de mundos y rumor de cielos…
¡Tú me los des, Dios mío!

Delmira Agustini, poeta uruguaya nacida en Montevideo en 1886-1914, en el seno de una familia burguesa descendiente de alemanes, franceses y porteños. Mujer de gran sensibilidad y sensualismo, asombró a Montevideo y Buenos Aires con sus libros de versos.
Desde muy corta edad se intrudujo en el campo poético publicando su primer poemario, El libro blanco en 1907. Luego aparecieron Cantos de la mañana en 1910 y Los cálices vacíos.

Contrajo matrimonio en 1913. Su matrimonio fracasó a los dos meses, y un año después, en 1914, murió asesinada por su marido quien se suicidó después.
Después de su muerte se publicaron dos composiciones más: El rosario de Eros y La alborada.

No arde

fuego

 

NO ARDE
Desalojo.
Gritabas en mis demonios como alfileres.
Es la evasión que cada día desempolvo en mi memoria.
He muerto detrás de una resurrección.
He agotado la esgrima de mi propia cabeza.
Si para renacer es preciso volver a mascar mis cenizas,
tendré que hacer de nuevo una fragua mucho más putrefacta
para recuperar estigmas y fundirlos con la lava de mi memoria.
Ahora mismo, no arde.
Ahora…..Quién sabe…
Escribo desde la letanía.El desahucio de la propia lengua.
Creia que seguir un argumento era como fundir una opinion sin acento,
consumando los segundo de aquella esbeltez.
El mar, las aguas, el ánimo, la vida, la luz….La orilla.
Escribo con vagas ideas que me vienen en un suspiro.
Ya me pierdo.
Pero no arde. Sigue sin encender lo tibio del ser humano.
Hace frío y me pierdo. Me hablo sola acompañada de las sombras, en la noche es mucho más su canto. Durante el día, no hay manera.
No arde.
Pero es preciso apagar la colilla.
Ahora no quiero humo. NO ARDE

Isabel Rezmo, poeta nacida en Úbeda en 1975

Anunciación

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fotografía de María J. Leza ©

Inserto en soledad
de palabra vertida
que apenas hiriera el silencio,
siento la voz del sueño
con su descenso casi imperceptible
y sus labios de hielo,
mas no el letal dolor que de mí nace,
ni la perenne dicha del misterio aclarado
más allá de las cosas,
del último verano de la sangre
que en su final latir
crece trémula y nos inunda
de su postrer sollozo,
sino el misterio mismo con su propia presencia,
sus invisibles alas, sus invencibles olas
y la marea con que ahoga
la más inundada palabra
o aun la propia voz,
y llega sobre el lecho, silencioso,
negando su sonido,
a destacar su dura esencia
a despertar mi sueño con su sombra,
a rescatarse en mí
como cristal que guarda el recuerdo del aire,
como cuando el silencio
navega en aguas del silencio,
y sobre mi cuerpo desnudo,
tocando con su piel la húmeda frialdad
de mis labios y voz,
llegando hasta debajo de mis párpados,
me inunda lentamente, me apresa con sus redes
y en su océano quedo
como última voz abandonada
o el naufragio de sombra sobre sombra,
y comprendo que sueño y sombra,
confusos para siempre,
no pueden exclamar: «Ésta es mi sangre».

Alí Chumacero, poeta y editor mexicano nacido en Acaponeta, Nayarit en 1918-2010

De su trayecto poético merecen destacarse los siguientes premios: “Xavier Villaurrutia”, “Alfonso Reyes”, “Nacional de Lingüística y Literatura”, “Amado Nervo”, “Nayarid” , y el “Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines-Gatine Lapointe” en 2003

A tu voz

kadin Güzellik
óleo de Kadin Güzellik

Erígese tu voz en mis sentidos
tornándose en mi cuerpo sueño helado,
y me miro entre espejos congelado,
y mis labios en sombra doloridos.

Cuando hablo, mi dolor a ti se vierte,
cálida flor de ceniciento aroma,
y tu voz a mis labios ya no asoma
sino en duro temor de viva muerte.

Porque tu sueño en mí su voz levanta,
y enemigo de luz y de sonido
destroza la palabra en mi garganta;

así al fin en tinieblas alojado,
ciego de ti, tal un árbol vencido
flota mi cuerpo entre tu voz ahogado.

Alí Chumacero, poeta y editor mexicano nacido en Acaponeta, Nayarit en 1918-2010

De su trayecto poético merecen destacarse los siguientes premios: “Xavier Villaurrutia”, “Alfonso Reyes”, “Nacional de Lingüística y Literatura”, “Amado Nervo”, “Nayarid” , y el “Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines-Gatine Lapointe” en 2003

Arrebátame, amor, águila esquiva

Omar Ortiz Tutt'Art@
óleo de Omar Ortiz

Arrebátame, amor, águila esquiva,
mátame a desgarrón y a dentellada,
que tengo ya la queja amordazada
y entre tus garras la intención cautiva.

No finjas más, no ocultes la excesiva
hambre de mí que te arde en la mirada.
No gires más la faz desmemoriada
y muerde de una vez la carne viva.

Batir tu vuelo siento impenetrable,
en retirada siempre y al acecho.
Tu sed eterna y ágil desafío.

Pues que eres al olvido invulnerable,
vulnérame ya, amor, deshazme el pecho
y anida en él, demonio y ángel mío.

Antonio Gala, (Brazatortas, Ciudad Real, 2 de octubre de 1930, aunque cordobés por adopción)​ es un dramaturgo, escritor, poeta, guionista y articulista español.

Alargaba la mano y te tocaba

Omar Ortiz Tutt'Art@
detalle de óleo de Omar Ortiz

Alargaba la mano y te tocaba.
Te tocaba: rozaba tu frontera,
el suave sitio donde tú terminas,
sólo míos el aire y mi ternura.
Tú moras en lugares indecibles,
indescifrable mar, lejana luz
que no puede apresarse.
Te me escapabas, de cristal y aroma,
por el aire, que entraba y que salía,
dueño de ti por dentro. Y yo quedaba fuera,
en el dintel de siempre, prisionero
de la celda exterior.

La libertad
hubiera sido herir tu pensamiento,
trasponer el umbral de tu mirada,
ser tú, ser tú de otra manera. Abrirte,
como una flor, la infancia , y aspirar
su esencia y devorarla. Hacer
comunes humo y piedra. Revocar
el mandato de ser. Entrar. Entrarnos
uno en el otro. Trasponer los últimos
límites. Reunirnos…..

Alargaba la mano y te tocaba.
Tú mirabas la luz y la gavilla.
Eras luz y gavilla, plenitud
en ti misma, rotunda como el mundo.
Caricias no valían, ni cuchillos,
ni cálidas mareas. Tú, allí, a solas,
sonriente, apartada, eterna tú.
Y yo, eterno, apartado, sonriente,
remitiéndote pactos inservibles,
alianzas de cera.

Todo estuvo de nuestra parte, pero
cuál era nuestra parte, el punto
de coincidencia, el tacto
que pudo ser llamado sólo nuestro.

Una voz, en la calle, llama y otra
le responde. Dos manos se entrelazan.
Uno en otro, los labios se acomodan;
los cuerpos se acomodan. Abril, clásico,
se abate, emperador de los encuentros.
¿Esto era amor? La soledad no sabe
qué responder: persiste, tiembla, anhela
destruirse. Impaciente
se derrama en las manos ofrecidas.
Una voz en la calle….Cuánto olor,
cuánto escenario para nada. Miro
tus ojos. Yo miro los ojos tuyos;
tú, los míos: ¿esto se llama amor?

Permanecemos. Sí, permanecemos
no indiferentes, pero diferentes. Somos
tú y yo: los dos, desde la orilla
de la corriente, solos, desvalidos,
la piel alzada como un muro, solos
tú y yo, sin fuerza ya, sin esperanza.
Idénticos en todo,
sólo en amor distintos.
La tristeza, sedosa, nos envuelve
como una niebla: ése es el lazo único;
ésa la patria en que nos encontramos.
Por fin te identifico con mis huesos
en el candor de la desesperanza.
Aquí estamos nosotros: desvaídos
los dos, borrados, más difíciles,
a punto de no ser….¿Amor es esto?
¿Acaso amor es esta no existencia
de tanto ser? ¿Es este desvivirse
por vivir? Ya desangrado
de mí, ya inmóvil en ti, ya
alterado, el recuerdo se reanuda.
Se reanuda la inútil existencia….
Y alargaba la mano y te tocaba.

Antonio Gala, (Brazatortas, Ciudad Real, 2 de octubre de 1930, aunque cordobés por adopción)​ es un dramaturgo, escritor, poeta, guionista y articulista español.