La tarde

pajaritosenunaFuente

He bebido del chorro cándido de la fuente.
Traigo los labios frescos y la cara mojada.
Mi boca hoy tiene toda la estupenda dulzura
de una rosa jugosa, nueva y recién cortada.

El cielo ostenta una limpidez de diamante.
Estoy ebria de tarde, de viento y primavera.
¿No sientes en mis trenzas olor a trigo ondeante?
¿No me hallas hoy flexible como una enredadera?

Elástica de gozo como un gamo he corrido
por todos los ceñudos senderos de la sierra.
Y el galgo cazador que es mi guía, rendido,
se ha acostado a mis pies, largo a largo, en la tierra.

¡Ah, qué inmensa fatiga me derriba en la grama
y abate en tus rodillas mi cabeza morena,
mientras que de una iglesia campesina y lejana
nos llega un lento y grave llamado de novena!

Juana de Ibarbourou, conocida popularmente como Juana de América, fue una poeta uruguaya. 1892- 1979

Idílio

OleoMiguelRodriguezNuñez
óleo sobre lienzo de Miguel Rodríguez Núñez

Adolezco de fútiles cariños
unos con otros ayuntados.
Bebo no sin ternura mi taza de café. Conservo
retratos azarosos y animales domésticos.
Me absorben los rumores en la calle,
los muros blancos al amanecer,
la lluvia, los jardines públicos.
Mapas antiguos, mapas nuevos, llenan mi casa.
La música más frívola complace mis oídos.
Innumerables, leves,
como la cabellera de los astros,
giran en torno a mi destino minucias y misterios.
Red que la vida me lanza;
piélago seductor entre cuyo paisaje voy sembrándome.

Jaime García Terrés, (1924-1996) Editor, diplomático, ensayista, cronista, traductor y poeta mexicano. Fue director del Fondo de Cultura Económica.

  * Fútil,  adj. De poco aprecio o importancia.

Otoño: Hacer acopio de emociones

Juan GoñiOtoño
Otro otoño que retoña, otro florecer hacia dentro se nos viene encima. El ciclo comienza de nuevo con la inspiración. Inspiración en sus dos principales acepciones.

El otoño es el momento de aspirar, de coger aliento para el futuro que llega. El otoño aspira a tanto que anhela ser primavera y convierte cada una de las infinitas hojas de la arboleda en flores multicolores. Y después, coge aire, se come a sí mismo, y aguarda. En el otoño la natura se reconcome las meninges para ser el adagio del mundo que enmudece. Enmudece primero al observador, que ha de volverse hacia adentro y mirarse de nuevo, y aspirarse. Y cuando uno se mira dentro primero amarillea sus entrañas, y deja caer a sus pies los recuerdos de los días más largos.

El otoño nos convierte en detectives de nuestros sentimientos. Si en primavera cantan los paisajes, en otoño cantan cantautores y recitan poetas. El otoño es la estación del recuerdo, de las nostalgias, de la íntima introspección. Siempre suspendo la lección en la lejana primavera, y por eso toca recuperar y examinarse. En estas fechas el que no mira, el que no observa, el que no huele, acaricia y percibe, ese está perdido. Hay que proveerse del alimento abundante que en estas fechas se nos ofrece, alimento para el cuerpo pero sobre todo para el alma.

Hay que hacer acopio de emociones, de sentimientos, de ternuras, de cordiales atardeceres amarillos, de afectos y delicadezas. Si queremos sobrevivir al futuro tenemos que alimentar lentamente nuestra esencia con el adagio otoñal, tardío y levemente decadente, que nos reintegra sin demasiada delicadeza a lo más profundo de nuestras entrañas.

El otoño es el crisol donde germina todo, y se vuelve al suelo. Es el inicio del ciclo en el que los alrededores de nosotros mismos nos empujan a empezarlo todo de nuevo. Y por eso vamos retirando la savia de nuestro exterior y la retornamos al profundo territorio de nosotros mismos, más allí de las miradas, más allí de lo evidente. Es tiempo de forjar nuestros cimientos. El otoño es tiempo de raíces y de principios, es tiempo de concebir sostenes, razones y orígenes. Porque el otoño, sin duda, es la fuente de donde manan las causas de todos y de todo.

El otoño es una primavera que florece hacia adentro.

Juan Goñi

Foto: En Bertiz en Otoño despierta despacito.

Música: Daniel Barenboim (piano), Héctor Console (contrabajo) y Rodolfo Mederos (bandoneón ) interpretan «Otoño porteño», una composición del gran Astor Piazzolla.
https://youtu.be/4wcaVCpFUAE

Me quedo con las cosas más opacas…

foto de kriss carlos
fotografía de Maricris Carlos

Me quedo con las cosas más opacas
que tienen menos brillo , son insignificantes
y no engañan a nadie con sus párpados,
aunque debajo de ellos haya ojos que observan.
Me quedo con la lluvia en la mañana
porque huele distinto
y el paisaje que veo se pone en movimiento,
consecuencia del aire respirable.
Me quedo con las gentes que todavía llevan
un hueco transitable dentro del corazón,
aquellas que te llegan cargadas de dolores
pero aún marcan así tus manos para siempre,
pues sonríen a un tiempo con la luna.
Me quedo con el polvo que levanta el camino,
con mis sandalias rotas y el alma vulnerable,
con esa sensación de no ser pájaro,
y estar predestinada a pisar tierra.
Me quedo a ser posible
sin ayudas externas,
avanzando hacia ti que me conoces
y unes mis orillas,
que me abres la puerta sin poner decorados
solo para que baile y me quede en tu gruta.

© Carmen Castejón Cabeceira, 1964. -( A Coruña, España). – Poeta , Escritora y artista multidisciplinar. Embajadora Universal de la Paz En España, designada por el Circulo Universal De Embajadores de la Paz de Ginebra.