
Voy a aprender idiomas raros
para evitar la erre
de desarraigo
errático
o destierro.
Para que conjugar el pasado no suponga un acto de
violencia
y hacer de otros alfabetos el escondite perfecto.
Serán lenguas que no digan ausencia
que no digan lejos;
lenguas con un orden sintáctico
que hable de la importancia de las cosas,
de prioridades.
Así, poco a poco, me desordeno:
le pierdo la pista al sujeto
y aprendo a decir hogar en cinco idiomas
y busco en ellos el hueco,
la excusa.
Y a pesar de todo
acabaré arrancándome la lengua
para olvidar las cosquillas detrás de los dientes;
acabaré arrancándome la lengua y ya no habrá
desarraigo
errático
ni destierro.
Natalia Velasco, (Málaga, 1998). Estudió Traducción e Interpretación de inglés y griego moderno en la Universidad de Málaga y en la Universidad Aristóteles de Salónica. Ha colaborado con varias revistas literarias, como la malagueña Tales, traduciendo del griego relatos y poemas.
Fue la ganadora de la VII edición del Certamen Ucopoética (2019) y ha aparecido en las antologías Temblor (Bandaàparte, 2019), Voy de cabeza y Mantra (Vicerrectorado de Cultura y Deporte de la Universidad de Málaga, 2019 y 2020). El cielo de la boca es su primer poemario publicado.